Sábado 8 de junio de 2019, p. a35
En el juego de ayer, Kawhi Leonard estuvo imparable, gracias a ello los Raptors de Toronto destrozaron 105-92 a los Golden State Warriors en el cuarto encuentro de la final, para acariciar el primer título de la NBA en su historia.
Los canadienses esperaron 25 años para disfrutar de un jugador irrepetible y parece que el pasado quedó atrás de un plumazo, mientras el alero conectaba un triple detrás de otro, dejando a los vigentes campeones al borde del abismo.
Golden State recuperó de sus lesiones al escolta Klay Thompson y al poste Kevon Looney, pero Leonard fue una fuerza imparable de la naturaleza que acabó con los cimientos de la casa de sus oponentes como un huracán, terminando con 36 puntos y 12 rebotes.
Nosotros intentamos salir y dar nuestro mayor esfuerzo, jugar duro. Yo no juego para los aficionados ni para nadie, sólo juego para ganar
, dijo el ex alero de los San Antonio Spurs, que superó la treintena de tantos por decimocuarta vez en unos playoffs, uniéndose así a una selecta lista compuesta únicamente por Michael Jordan (16 en 1991), Hakeem Olajuwon (16 en 1995) y Kobe Bryant (15 en 2009).
El hispano-congoleño Serge Ibaka fue en esta ocasión su perfecto escudero, dominando las pinturas con 20 tantos, cuatro capturas y dos tapones, mientras el camerunés Pascal Siakam firmó 19 puntos y el base Kyle Lowry aportó 10, más siete asistencias y tres robos.
Los Warriors, que buscan su tercer anillo consecutivo, tendrán ahora que luchar también con la historia, ya que sólo se ha remontado un 1-3 en 34 finales, y fueron precisamente los Cleveland Cavaliers de LeBron James, en 2016, contra los propios californianos.
Thompson y el base Steph Curry, anotaron 28 y 27 puntos respectivamente en la derrota, mientras el alero Draymond Green rozó el triple-doble con 10 puntos, nueve rebotes y 12 asistencias.
Leonard arrancó el encuentro con 14 puntos en el primer cuarto, y a pesar de que los canadienses fueron atrás durante toda la primera mitad, con una desventaja de 11 tantos, lideró la remontada en el tercer periodo con un parcial de 37-21, en la que anotó 17 unidades decisivas.
Los Warriors sufrieron el peor parcial en terceros cuartos –periodo que acostumbran dominar– en sus últimos cinco años, los nervios y el cansancio les pasaron factura, y aunque se acercaron a los ocho puntos (97-89), nunca lograron poner en apuros a sus oponentes, quedándose a las puertas de la eliminación.
Los canadienses podrán ahora cerrar la serie el próximo lunes en Toronto, con todo un país apoyando lo que sería un hito en la historia de su deporte.