Colleville-Sur-Mer., El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, rindieron homenaje ayer a los veteranos casi centenarios que participaron en el desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía el 6 de junio de 1944.

Hace 75 años, alrededor de 156 mil soldados desembarcaron por sorpresa, 11 mil de los cuales murieron, fueron heridos o desaparecieron en las playas francesas de Normandía, con los alemanes esperándolos mucho más al norte, en el departamento de Paso de Calais. Una gigantesca operación militar que fue lanzada mientras Adolf Hi-tler dormía fue clave en la liberación de Europa del dominio nazi.

La ceremonia se celebró en el gran cementerio de Omaha Beach, en el pueblo de Colleville-sur-Mer.

Trump describió a los soldados que lucharon en Normandía como ciudadanos de naciones libres e independientes, unidos por su deber para con sus compatriotas y generaciones futuras.

También quiso dar un mensaje de seguridad a los aliados que creen que no deben confiar en Estados Unidos durante su mandato. A todos nuestros amigos y socios: nuestra preciada alianza se forjó en el fragor de la batalla, se probó en las penurias de la guerra y en las bendiciones de la paz. Nuestro vínculo es inquebrantable, apuntó.

Sabemos lo que debemos a ustedes, los veteranos: nuestra libertad. En nombre de nuestro país sólo quiero decirles gracias, declaró en inglés Macron, al otorgarles la Legión de Honor (máxima distinción francesa).

Son el orgullo de nuestro país, sostuvo por su parte el presidente estadunidense, al citar nombres de varios de los que fallecieron, entre las lágrimas de los sobrevivientes.

Jack Ewald, de 94 años, quien desembarcó en Omaha Beach en 1944, no se considera un héroe. No hicimos nada especial, nos protegimos los unos a los otros, expresó.

En la ceremonia de ayer, la más destacada de las conmemoraciones, que empezaron el miércoles en Reino Unido, estuvieron presentes también las esposas de Trump y de Macron.

Entre las 12 mil personas reunidas había veteranos, sentados en las primeras filas, que fueron saludados por los dos presidentes y ovacionados por la multitud.

Bajo un cielo luminoso flotaban pequeñas banderas francesas y estadunidense, junto a las 9 mil 387 cruces blancas y estrellas de David del cementerio, situado cerca de un acantilado.

Antes de la reunión bilateral con Macron, Trump aseguró que sus relaciones personales y las de sus países son excepcionales. Al término del encuentro, ambos se esforzaron en minimizar los desencuentros, e incluso evocaron la posibilidad de sostener negociaciones con Irán.

Estados Unidos nunca es tan grande como cuando lucha por la libertad de los demás, afirmó Macron, quien pidió a Trump mantener viva la alianza de los pueblos libres. Por su parte, el jefe de la Casa Blanca mencionó que el vínculo entre Francia y Estados Unidos es inquebrantable.

Por la mañana, Macron y la primera ministra británica, Theresa May, colocaron la primera piedra de un monumento que recuerda a los militares británicos del Día D en el el pueblo de Ver-sur-Mer.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, otro de los países aliados durante la Segunda Guerra Mundial, y su homólogo francés, Edouard Philippe, rindieron homenaje a los fallecidos en Juno Beach, también en Normandía.

En el encuentro con May, el presidente Macron reafirmó la solidez de las relaciones entre Francia y Reino Unido. Pase lo que pase, siempre estaremos juntos, porque es nuestro destino común, aseguró.

May, a su vez, recalcó el valor y el sacrificio de decenas de miles de hombres que desembarcaron el Día D.