El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, anunció una revisión a profundidad para determinar si productores de aguacate del municipio de San Gabriel talaron árboles ilegalmente y si eso propició el desbordamiento del río Salsipuedes, que el domingo causó un alud que dejó cuatro muertos, un desaparecido y al menos 3 mil damnificados en esa localidad.

Ayer la Dirección de Protección Civil y Bomberos de Jalisco confirmó que fue hallado el cadáver de otra posible víctima del aluvión –una mujer de alrededor de 35 años de edad– sobre el cauce del río Salsipuedes, en las inmediaciones del poblado de Apulco. Emilia Figueroa Román, de 80 años, no ha sido localizada.

La tala clandestina se ha dado durante muchos años en esta región de Jalisco. Me parecería un grave error pensar que todos los que se dedican a sembrar aguacate son depredadores ambientales, dijo el mandatario.

Según Alfaro, hay evidencias de que la tala clandestina está directamente ligada al crimen organizado, vertiente que será investigada, así como los presuntos intereses de productores o políticos ligados al cultivo de aguacate.

Precisó que el combate a la tala clandestina es competencia del gobierno federal; sin embargo, ha sido omiso. Agregó que se ha atendido la emergencia y reiteró que se autorizaron 120 millones de pesos para reconstrucción de infraestructura y trabajos de limpieza y desazolve.

También informó que ya comenzaron los trámites para solicitar a la Federación la declaratoria de desastre natural, a fin de obtener recursos para atender a los afectados.

Precisó que las autoridades ambientales informarán si la deforestación u otra causa influyó para que ocurriera la avalancha, que además dañó al menos mil casas y 70 autos.

En Ciudad Juárez, Chihuahua, una tormenta con rachas de viento hasta de 70 kilómetros por hora derribó 10 postes de electricidad y un anuncio espectacular, mientras en el municipio de Ojinaga el viento hizo caer dos árboles y una barda, además de dañar 10 casas.

En Morelia, Michoacán, una tormenta inundó la calzada Juárez, lo que obligó a suspender clases en la primaria Madero y Pino Suárez y en el plantel de prescolar Niños Héroes de Chapultepec, en perjuicio de mil estudiantes, porque el agua alcanzaba más de un metro de altura.

(Juan Carlos G. Partida, Javier Santos, Ernesto Martínez y Jesús Estrada)