Ottawa. Después de dos años y medio de audiencias, una investigación en Canadá concluyó ayer que miles de mujeres indígenas fueron víctimas de violencia endémica en lo que fue calificado controversialmente de genocidio. El informe de mil 200 páginas fue presentado por el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, quien estuvo acompañado por las familias de las víctimas en una ceremonia en el Museo Canadiense de la Historia. Según estimaciones oficiales, unas mil 200 mujeres y niñas indígenas desaparecieron o fueron asesinadas entre 1980 y 2012, de una comunidad de 1.6 millones. Las comisiones de investigación han sugerido que la verdadera cifra podría ser mucho mayor. El informe concluyó que por medio de acciones estatales e inacciones enraizadas en el colonialismo, las víctimas enfrentaron un índice de violencia desproporcionadamente alto.