Teherán. El presidente iraní, Hassan Rouhani, afirmó que Estados Unidos debe adoptar un comportamiento normal antes de iniciar cualquier diálogo con su país, al tiempo que el secretario estadunidense de Estado, Mike Pompeo, señaló que Washington está listo para pactar un nuevo acuerdo nuclear con Teherán, si garantiza que no producirá armas nucleares.

La parte que abandonó la mesa de negociaciones, quien pisoteó el pacto, debe regresar a un comportamiento normal, declaró Rouhani en un discurso transmitido ayer por la televisión estatal.

Se refería al acuerdo internacional de 2015 sobre el programa nuclear iraní, del cual Estados Unidos se retiró en 2018 para restablecer luego una serie de sanciones económicas contra la república islámica.

El día que el enemigo comprenda realmente que tomó el mal camino podremos volver a la mesa de negociaciones y solucionar todos los problemas, agregó el gobernante.

Tras varias semanas de tensión aguda entre Estados Unidos e Irán, ambas capitales parecen haber iniciado la fase de distensión.

Pompeo, en tanto, afirmó el domingo pasado que su país está dispuesto a iniciar un diálogo sin condiciones con Irán, pero advirtió que para ello necesita que la república islámica actúe como una nación normal.

Estamos dispuestos a firmar un acuerdo con Irán si garantiza que no producirá armas nucleares, declaró ayer Pompeo al periódico alemán Rheinische Post.

Pompeo volvió a justificar la retirada de su país del acuerdo nuclear que China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia y Alemania firmaron con Irán en 2015, al asegurar, sin pruebas, que ese pacto llevaría a la república islámica a desarrollar armas nucleares.

Teherán anunció el 8 de mayo la decisión de abandonar, a su vez, parte de los compromisos asumidos en el acuerdo.

Estados Unidos comenzó en las últimas semanas a incrementar sus fuerzas en Medio Oriente. El 24 de mayo anunció el envío de mil 500 efectivos, misiles antiaéreos Patriot y aviones espías a esta región.

El ayatola Alí Jamenei, líder supremo de Irán, afirmó que su país no tiene intención de ir a la guerra con Estados Unidos, pero advirtió que seguirá resistiendo las presiones de Washington.