Recibir amenazas de muerte no fue agradable, pero fue parte del costo que ha enfrentado la jugadora argentina Macarena Sánchez para que en su país se reconociera como profesional el trabajo de las futbolistas. Para que haya un cambio es fundamental hablar, asevera al tiempo que señala la responsabilidad de la FIFA para regularizar las condiciones del futbol femenil internacional.

En medio de la transición que vive el balompié de mujeres en el mundo, Maca logró en abril que la Asociación del Futbol Argentino destinara 120 mil pesos mensuales por un año a cada uno de los 16 equipos de la máxima categoría femenil para que extendieran mínimo ocho contratos profesionales a las jugadoras.

Es fundamental hablar, que las jugadoras seamos conscientes del poder que tenemos para cambiar las situaciones que se viven en este deporte. No podemos decir sólo que el futbol femenil es hermoso, hay que desnudar todo lo que pasa, dijo por teléfono desde Argentina.

La pelea para llegar a esta hazaña comenzó luego de que el club UAI Urquiza la dejó fuera del equipo a mitad de torneo sin darle indemnización alguna, pese a que había defendido sus colores por siete años y consiguió cuatro campeonatos. La jugadora recurrió a los tribunales y fue cuando llegaron los mensajes intimidatorios.

El miedo la atacó por momentos, pero al revelar su situación, consiguió que se visibilizara su caso y los aficionados comenzaron a apoyarla. Desde que hice la denuncia recibí mucho hostigamiento por redes sociales, pero desafortunadamente las jugadoras estamos acostumbradas a la violencia en el futbol, como discriminación y violencia verbal.

Su caso apenas era uno de tantos en el balompié femenil del país sudamericano. Aun cuando Argentina se distingue por su pasión futbolera, las jugadoras estaban en el abandono como amateurs; los clubes las consideraban empleadas administrativas y tenían jornadas dobles de trabajo, algunas veces ni siquiera llegaban a firmar un convenio y debían buscar un empleo fuera del club para mantenerse.

–¿Habían recibido apoyo de la FIFA?

–No sé qué tanto le incumbía a la FIFA nuestro torneo. Sé que tiene programas de desarrollo, pero no resuelve el problema de regularizar las condiciones. Ahora vamos a formar parte del gremio de futbolistas en Argentina, pero la FIFA debe regular esto y estar más al tanto de cada cuestión.

Con el Mundial de Francia en puerta, Maca analiza la situación del futbol femenil internacional y apunta que se ha entrado en una etapa de crecimiento y visibilización, pero falta hacer cambios.

No podíamos seguir ocultando los problemas bajo la alfombra para que los clubes quedaran bien. Ahora no sólo necesitamos el apoyo de los equipos y organismos, sino también de la publicidad para que invierta, que confíe en el futbol femenil; de los medios para que difundan noticias sobre este tema y de la sociedad para que cambie de mentalidad.

La Liga Mx la ha sorprendido por la convocatoria que han tenido los partidos de finales, una situación inimaginable en Argentina, donde los horarios son a las 9 de la mañana y las canchas que dan los clubes para el futbol femenil no están en las mejores condiciones para jugar.

Pese a la lucha con la que revolucionó al futbol femenino, Maca no fue desterrada de las canchas y firmó el primer contrato profesional como jugadora al ser fichada por el San Lorenzo. Sin embargo, sabe que el balón sigue rodando y que aún hay atropellos que enfrentar.

Tenía ofertas para ir al extranjero, pero no era la idea. Cuando emprendí esta lucha fue personal, porque es algo que me pasó a mí, pero el fin era colectivo, sostiene al señalar que la desigualdad de género en el futbol es una constante en el mundo.

En Estados Unidos reclaman por una igualdad de salarios, en México sé que también tienen problemas. En Argentina falta que se reconozca a todas las jugadoras como profesionales, dice al tiempo que reitera que es necesaria una unión entre las futbolistas porque muchas aún tiene miedo de hablar.