Lunes 3 de junio de 2019, p. 18
La relación comercial que tiene México con Estados Unidos hace poco probable que el ejecutivo estadunidense, Donald Trump, cumpla su amenaza de imponer aranceles de 5 por ciento a todos los bienes mexicanos, aunque el riesgo de que ocurra es alto. Ello, incluso, podría depreciar el peso 18 por ciento, afirmó Grupo Financiero Banorte.
En un análisis detalló que la amenaza para buscar soluciones a sus problemas migratorios podría de forma eventual quedar vacía
. Esto, dada la importancia de las cadenas de producción entre los dos países. Consideró que quizá sólo se trate de una estrategia para que Trump pueda relegirse.
Expresó que en caso de que se llegue a cumplir la medida, no solamente México se vería afectado. También la economía de Estados Unidos. El crecimiento económico, los índices de inflación y el tipo de cambio se verían perjudicados, enfatizó.
En primer lugar las cadenas de valor están más arraigadas, con productos que cruzan la frontera varias veces a lo largo del proceso de producción, de tal forma que los aranceles de 5 por ciento no sólo interrumpirían la producción, sino también la productividad, con consecuencias sobre el crecimiento no únicamente a corto plazo, sino también a mediano, ante el riesgo de que empresas que están en México sean reubicadas en Estados Unidos
, apuntó.
Lo anterior, luego de que el jueves por la noche el presidente estadunidense amenazó con imponer aranceles a todas las exportaciones mexicanas a partir del 10 de junio –5 por ciento– debido a los problemas de migración, y señaló que México ha sacado mucho provecho de su país. Así, hasta no resolver el problema, los impuestos subirán 5 por ciento cada mes, hasta el 10 de octubre, cuando serían de 25 por ciento.
La entidad financiera mencionó que el peso mexicano frente al dólar ya resiente el amagos y se prevé que la moneda tendrá una depreciación de 3 por ciento.
Aunque no pensamos que el tema escalará más allá del nivel de 5 por ciento, un arancel de 25 por ciento podría generar una depreciación de 18 por ciento. Desafortunadamente, el tipo de cambio no podrá absorber todo el impacto, por lo que es muy probable que la amenaza inesperada en sí misma pueda afectar los niveles de confianza para invertir tanto en Estados Unidos como en México, con un impacto negativo en los niveles de crecimiento
, explicó.
Banorte reiteró que la medida no sólo impactaría a México, sino también a Estados Unidos. Incluso, dadas las condiciones económicas que reflejan una desaceleración, el crecimiento económico de ambas naciones tiene un balance de riesgo a la baja.
En lo referente a la situación económica mexicana, ya hay síntomas de desaceleración en los primeros tres meses del año, y se espera que la debilidad se extienda a lo largo del segundo trimestre, mientras el balance de peligro está orientado a la reducción.
En el caso de Estados Unidos, dijo el banco, aunque el consumo se ha recuperado en el segundo trimestre, las cifras del sector manufacturero continúan apuntando a una moderación de la actividad económica, por lo que la entidad espera que el segundo semestre en dicho país sea más débil, en la medida en que se diluyen los efectos del estímulo fiscal.
Finalmente, la inflación en ambos países también es probable que se vea afectada negativamente
, añadió.
Medidas de represalia son inteligentes
El grupo financiero calificó de inteligentes las medidas de represalia por México, ya que, aunque Estados Unidos podría aplicar los impuestos, existe la posibilidad de aplicar aranceles de entre 8 y 10 por ciento a ciertos productos de importación estadunidenses.
“Las autoridades mexicanas deberían apuntar a bienes que son importantes para Estados Unidos, particularmente para la región del Medio Oeste –donde se ubican los seguidores de Trump–, pero con un efecto marginal en el crecimiento y la inflación en México, por ejemplo, en productos como trigo, tabaco, bourbon o whisky de Tenesi”, señaló.