En México se está creando un nuevo público que se acerca a las galerías y ferias de arte con miras a convertirse en coleccionistas, de acuerdo con expertos que se reunieron esta semana en Centro, institución de educación superior que anunció la creación de la maestría en arte contemporáneo, mercados y negocios.

Hay más compradores y se ha creado interés por el arte. Ahora México se encuentra en el mapa mundial de arte contemporáneo y los jóvenes buscan entender y conocer más, dijo Gina Diez Barroso Azcárraga, fundadora y presidenta de Centro. Las galerías son una maravilla porque abren espacios par los jóvenes coleccionistas. Existe un avance importante. Sin embargo, no se trata de ir por la cuestión económica, no es sólo pensar si es una inversión o si mañana quieres rotar tu colección, de lo que se trata, añadió, es de si esa pieza te gusta.

Tania Ragasol, directora artística de Zona Maco, subrayó que se ha perdido la reticencia al arte contemporáneo. Si en algo ha contribuido la feria es a hablar del arte contemporáneo desde otro lugar. Ahora hay un consumo, que no necesariamente significa comprar, y se ha perdido el miedo a acercarse a las galerías, preguntar por la obra o el artista. El ejemplo es el crecimiento que ha tenido Zona Maco en años recientes, que comenzó con 40 galerías y ahora hay 180 expositores.

Zona Maco ha ido creciendo a la par que ha cambiado la escena del arte. Cuando se inició, el público era más especializado: coleccionistas, artistas. Hoy hay un público que pregunta precios, se acerca a los galeristas, van más familias. Eso me parece fundamental, añadió Ragasol.

Otro cambio es que también vienen al país coleccionistas extranjeros, expresó Magnolia de la Garza, directora ejecutiva de la Colección Isabel y Agustín Coppel. Hay interés por consumir arte mexicano. Existe un coleccionismo nacional y extranjero que pregunta qué hay que ver y buscan tanto a las grandes galerías como a las pequeñas.

Andrea Wild, fundadora de Artemisa, plataforma de Internet donde se vende arte secundario, destacó que hay una nueva generación de coleccionistas que han crecido en familias de coleccionistas y tienen el arte en las venas, mientras Javier Estévez, fundador de la galería Mascota, señaló que también existe un apoyo por parte de las ferias y los coleccionistas.

Si bien algunos compradores preguntan si la obra que les interesa “va a subir de precio, llegan otros que dicen: ‘me enamoré, ¿cómo le hago?” Entonces se piensa en otros mecanismos para que esa pieza llegue a sus manos, como pagos mensuales.

Aún quedan temas pendientes, como incentivos fiscales, la profesionalización en el cuidado y catalogación de las colecciones y empresas dedicadas al almacenamiento de obras de arte. En la mesa también participaron el diseñador y coleccionista Héctor Erawe y Kerstin Erdmann, directora de la galería OMR y de la maestría en arte contemporáneo, mercados y negocios.