La falta de comunicación y de entendimiento sobre la forma de funcionar de los servicios médicos provocó la crisis en hospitales e institutos de salud. Una vez que le explicaron, la oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, Raquel Buenrostro, rectificó y dio marcha atrás en los recortes presupuestales que había ordenado. Autorizó el uso de 800 millones de pesos, los cuales había reservado, así como la liberación de ampliaciones líquidas a lo largo del año, por mil 500 millones de pesos.

En total, 2 mil 300 millones de pesos en números redondos, que permitirán recuperar, al menos, 70 por ciento del personal de guardias, suplencias, honorarios y eventuales, aseguró Alejandro Mohar, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, quien encabezó al grupo de 30 directores de igual número de unidades médicas que por primera vez se unieron en un frente para luchar por el dinero para los servicios médicos que administran.

En entrevista, el funcionario y ex director del Instituto Nacional de Cancerología, comentó que cada año en el presupuesto de Egresos de la Federación se asignan menos recursos de lo que se requieren para garantizar la operación de los servicios médicos en los institutos y hospitales de alta especialidad, pero también cada año, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha autorizado lo que se denominan ampliaciones líquidas para cubrir los faltantes.

Así ha sido durante décadas, pero en este año, Buenrostro les avisó que se eliminaban tales ampliaciones y se tendría que operar con el presupuesto original. Eso no es posible y de hecho, dijo Mohar, los directivos ya habían empezado a disponer de los recursos correspondientes al segundo semestre del año para cubrir las necesidades de los primeros meses de 2019.

Luego, la oficial mayor les notificó sobre la reserva de los 800 millones de pesos que ya se tenían, pero no se podrían utilizar. Están dentro de los mil 200 millones de pesos retenidos e incluyen recursos de las oficinas centrales de la Secretaría de Salud.

Liberación de recursos

Los 800 millones de pesos se descongelaron desde el pasado viernes, mientras que desde la noche del lunes y casi todo el día del martes de esta semana, Buenrostro y su equipo reconocieron que es viable y necesario cubrir las ampliaciones líquidas que deben ser por mil 500 millones de pesos.

El monto todavía se puede ajustar a mil 400 o mil 300 millones, pues los directores de hospitales e institutos se comprometieron a revisar y optimizar el uso de las plazas de guardias, suplencias, honorarios y eventuales que ocupan médicos, personal de enfermería, químicos y técnicos, entre otros.

Mohar estimó que hay 2 mil trabajadores contratados bajo alguna de estas modalidades (con menores salarios y sin prestaciones) con la finalidad de atender la creciente demanda de servicios médicos. El problema, un rezago de años, es que no se abren plazas de base y la cantidad de pacientes crece más rápido que la capacidad de los nosocomios para atenderlos, subrayó.

Para el funcionario, esta situación de crisis que ya se resolvió por este año; abrió la posibilidad de seguir trabajando de manera conjunta entre las secretarías de Salud, Hacienda, los diputados y senadores para la elaboración del presupuesto de 2020, e incluso explorar alternativas que permitan incrementar los recursos, sobre todo en los institutos y hospitales de alta especialidad que se enfrentan a enfermedades crónicas de alta complejidad y cada vez mayor prevalencia.