Con la modificación del calendario escolar para el ciclo 2019-2020, anunciado por la Secretaría de Educación Pública (SEP), existe una mayor sensibilidad hacia lo que ocurre en las escuelas y la enorme carga burocrática que se puso sobre ellas, por lo que podría ser un mensaje de que por primera vez se les está escuchando, afirmaron especialistas en temas educativos.

En tanto, profesores frente a grupo consideraron positiva la eliminación del calendario de 185 días, que se establezca uno solo de 190 días de clases para toda la educación básica y se permita una organización diferente del tiempo escolar.

Sin embargo, destacaron que garantizar que exista una mayor convivencia con las familias y generar actividades culturales no sólo depende de un nuevo calendario, sino de que en los hechos se den las condiciones para que esto sea posible.

La SEP dio a conocer el lunes un nuevo calendario escolar para el ciclo 2019-2020 destinado a todas las escuelas de educación básica y de 200 días para la educación normal, con lo que desaparecen los dos calendarios para la primera (185 y 195 días de clases) y se establece una nueva organización del año lectivo.

De esta forma, los alumnos tendrán 190 días de clases efectivas, pero maestros y directivos acudirán 13 días más a los consejos técnicos escolares, los cuales ya no se realizarán el último viernes de cada mes, sino en fechas que permitan fomentar la convivencia familiar y el estudio de nuestra historia.

Díaz Barriga: sensibilidad hacia las escuelas

Al respecto, Ángel Díaz Barriga, profesor del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, destacó que con la medida aplicada por la SEP se percibe más sensibilidad hacia lo que está pasando en las escuelas, e incluso hacia lo que se pudo recabar (por el secretario del ramo, Esteban Moctezuma), no necesariamente en las consultas, pero sí de lo que varios sectores fueron dando sobre lo que estaba pasando en las escuelas.

Me parece que en estos aspectos el secretario está actuando con mucha sensibilidad, de que hay una idea de que la escuela sea más funcional. Se percibe a un personaje que ha escuchado o ha recibido información de primera mano de la queja de los maestros de toda la burocracia que se hizo en torno al manejo del aparato escolar.