A pesar de que las estadísticas oficiales en México refieren que 95 por ciento de los mexicanos tienen agua potable y casi 93 por ciento drenaje, hay 70 millones de personas que no cuentan con líquido salubre y accesible para uso doméstico. Hay una dinámica perversa que despoja de agua limpia a las comunidades y se les inunda con aguas negras, sostuvo Mónica Olvera, de Oxfam México, durante la presentación de la Red ATL.

Explicó que la gestión del agua está afianzada en la construcción de megaproyectos con alto costo energético que usan los ríos como drenaje, más de 70 por ciento de los cauces están contaminados, y con este manejo del líquido se ha manifestado la desigualdad.

Sostuvo que hay una recurrente denuncia de conflicto de interés, como en la construcción de obras y acaparamiento del recurso por mineras, embotelladoras, inmobiliarias y automotrices que deterioran la disponibilidad y calidad del agua. Esto ha generado decenas de conflictos sin pronta solución. De seguir como vamos, la desigualdad se profundizará y crecerán los problemas, advirtió.

Por su parte, Natalie Seguín, de FanMex, afirmó que si se quiere cambiar la situación que apunta a una crisis hídrica se debe cambiar el modelo de gestión del agua, romper con el acaparamiento, armonizar las leyes, y se requiere que las instituciones cumplan a cabalidad con sus obligaciones de transparencia y rendición de cuentas.

Sostuvo que se necesita acceso a información de calidad, ya que de acuerdo con la Constitución y diversas leyes, debe ser veraz, confiable, oportuna, congruente y actualizada. También mencionó que a pesar de estadísticas oficiales hay mucho por hacer, si se contabiliza el agua entubada a la casa y un sistema de recuperación de aguas negras, hay 62.1 por ciento de la población con ella, pero no necesariamente es potable. En contraste, suman 47 millones de personas sin acceso básico de agua y saneamiento.

Maylí Sepulveda, de Controla tu Gobierno, sostuvo que el agua es un factor esencial para reducir la desigualdad y recordó que a siete años de que se estableció el derecho humano al agua en la Constitución no se ha emitido la Ley General de Aguas; la omisión ha generado desorden en leyes, mal uso del presupuesto y lo han demostrado 16 informes de la Auditoría Superior de la Federación.