Miércoles 29 de mayo de 2019, p. 9
París. Más de 700 personas, en trajes de época, deambularon el lunes por la noche en las salas y el jardín del castillo de Versalles para la quinta edición de las Fiestas Galantes, una oportunidad de revivir las veladas organizadas en el siglo XVIII.
El duque y la duquesa de La Malmaison... ¡Bienvenidos a Versalles!
, dicen pregoneros vestidos para la ocasión al recibir en la escalera Gabriel a cada uno de los apasionados de este tipo de ceremonias que se acercaron a revivir el espíritu de las vistosas fiestas reales.
Bajo el tema María Antonieta y la moda
, las damas y sus galanes se vistieron con sus trajes más bellos alquilados por varios cientos de euros o, para los más rigurosos, confeccionados a mano para respetar el código de vestimenta.
Daniel, un hombre de unos 50 años, confeccionó él mismo su hábito de cardenal en faya de seda roja muaré. Necesitó más de 500 horas de trabajo para este traje escarlata y su cola de varios metros.
Daniel y su marido Bruno, en traje real y rostros maquillados de blanco, son fanáticos de estas reuniones y frecuentan también el carnaval de Venecia.
Tras pagar varios cientos de euros, según su categoría, los participantes pudieron pasearse por los pomposos salones del castillo desde las 19 horas hasta la medianoche.
Desde el salón de Hércules, donde la compañía de danza del abanico hizo una demostración de danza barroca, hasta la imperdible galería de los espejos.
Es la única oportunidad en el año de entrar a Versalles vestido de época
, dijo Laurent Brunner, director de espectáculos del castillo. Este año se sumó un punto al programa: una foto de más de 600 personas disfrazadas en el salón de la Ópera Real.
En 2020, el castillo festejará los 250 años de la ópera real y el aniversario del casamiento de la archiduquesa de Austria, María Antonieta, con el sucesor y futuro rey Luis XVI, quienes inauguraron juntos esa sala en aquella ocasión.