Miércoles 29 de mayo de 2019, p. 8
Acapulco, Gro., Mi sueño es crear y seguir creando, solamente crear, buscar financiamiento y hacer todo lo que tenga que ver con crear
, subrayó María Candelaria Palma Marcelino, joven acapulqueña originaria de la comunidad de San Antonio, en bienes comunales de Cacahuatepec, en la zona rural del municipio, quien ganó la beca Jenkins-Del Toro, que le brindará la oportunidad de estudiar cine en cualquier parte del mundo.
María Candelaria, de 27 años, habló de su gusto por el cine, sus deseos de estudiar y prepararse, así como el respeto que guarda por la defensa del río Papagayo emprendida por el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (Cecop).
El momento que impulsó definitivamente sus deseos de salir adelante, indica, fue a raíz de las tormentas Ingrid y Manuel, en 2013, pues en las brigadas de ayuda conoció a personas que significaron mucho para ella.
En marzo pasado ganó la beca Jenkins-Del Toro por su proyecto fílmico Rojo, que aborda la realidad de los artistas callejeros.
“Me gusta cuidar los detalles, plasmar los escenarios, en el caso de Rojo, para mí era muy importante el semáforo, pues Rojo nos decía que su trabajo lo hacía bajo un semáforo, era su escenario.”
–¿Fue un gran cambio para ti cuando te dieron a conocer que ganaste la beca Jenkins-Del Toro?
–Siempre me ha gustado estudiar, me inscribo en todos los talleres que puedo, cuando me dijeron que gané la beca estaba en un taller de economía social en Puebla. También he tomado talleres de gestión cultural, teatro, danza y todo lo que se pueda.
–¿Y ya sabes qué escuela vas a elegir para estudiar?
-Mi primera opción es Cuba, muchos de mis maestros y grandes cineastas estudiaron en Cuba; mi segunda opción es España.
–¿Conoces la lucha del Cecop?
–Admiro su lucha por la tierra, es válido pelear por nuestra tierra; conozco y aprecio a Marco Suástegui (vocero del Cecop), él me decía ‘échale ganas, el pueblo necesita cosas mejores’. Creo que han hecho mucho por el pueblo.
Palma confesó su preocupación por la inseguridad en Acapulco. Uno de sus sueños es regresar después de sus estudios en el extranjero y organizar festivales, talleres, actividades culturales y deportivas, como los que ya hace en San Antonio.
Me dicen que antes Acapulco era mucho cine; no me tocó vivir nada de eso, pero qué tal pensar en revivir un poco de esos años.