Martes 28 de mayo de 2019, p. 22
Madrid. El triunfo aplastante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), líder indiscutible de la izquierda en España, contrastó con la imagen sombría de los dirigentes y militantes de Unidas Podemos (UP), la formación liderada por Pablo Iglesias que vive su peor crisis desde que llegó al escenario político español en 2015.
Las elecciones del domingo no dejan duda: UP perdió casi 900 mil votos y 68 diputados autonómicos, además de retroceder en todos los municipios, comunidades autónomas y diputaciones.
Iglesias no compareció la noche electoral, como lo hicieron el resto de sus pares políticos. Su habitual hiperactividad en las redes sociales desapareció y nadie lo vio salir de la sede de su partido tras la jornada electoral.
Pasado el mediodía Iglesias ofreció una breve rueda de prensa –algo más de 10 minutos– en la cual reconoció que el resultado es malo
, que hay que hacer autocrítica
. Si bien descartó su renuncia, aseguró: todos los militantes de Podemos tienen mi cargo a su disposición
.
La crisis de la formación morada emergió en los comicios generales del pasado 28 de abril, en los que no sólo perdieron casi millón y medio de votos y 32 escaños, sino que también quedaron relegados a ser la cuarta fuerza electoral del país y asumieron como un sueño inalcanzable convertirse en la fuerza de referencia de la izquierda española.
El golpe más duro fue en el ayuntamiento y en la Comunidad de Madrid, donde la fractura interna, purgas y traiciones en la cúpula precipitaron la caída de la alcaldesa Manuela Carmena e impidieron que después de 24 años la izquierda recuperara el control político de la autonomía. Se espera que tanto el ayuntamiento como la comunidad sean gobernadas por una coalición de las tres formaciones de derecha: el Partido Popular (PP), Ciudadanos (C’s) y los ultras de Vox.
Las elecciones también pusieron en evidencia el auge de las formaciones nacionalistas e independentistas tanto en el País Vasco como en Cataluña. En Euskadi todas las capitales de provincia estarán gobernadas por el Partido Nacionalista Vasco; la formación izquierda independentista EH-Bildu se consolidó como segunda fuerza en Bilbao y San Sebastián. El PP ocupa la última plaza en las principales ciudades de Euskadi, incluso detrás de UP, mientras Vox no logró representación en la región.
En las capitales catalanas avanzaron los independentistas, que gobernarán en tres de las cuatro ciudades principales: Barcelona, Girona y Lleida; sólo en Tarragona se prevé un gobierno del PSOE.
En otro asunto, la casa real anunció que el rey emérito Juan Carlos abandonará las actividades públicas de carácter institucional a partir del próximo 2 de junio. Tiene 81 años y lo aquejan varias enfermedades.