A más de un mes del lanzamiento del programa piloto de seguridad social para las trabajadoras del hogar ya se han inscrito 5 mil 930, según un reporte del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Se trata de un arranque esperanzador, aseguraron organizaciones que defienden a este sector de la población, pues con el programa voluntario anterior, en 22 años se dieron de alta aproximadamente 3 mil.

El reto que observan especialistas para llegar a la mayor cantidad de empleadas, en el país hay 2.4 millones trabajadoras del hogar, es que la responsabilidad de la inscripción sigue estando principalmente en ellas, pues son las que realizan todos los trámites y recaban el dinero de la cuota patronal. Señalan que se requieren campañas de información amplias para generar consciencia en los empleadores y evitar despidos, para no pagar la seguridad social, o aumento de subcontratación, pues las agencias son las responsables de la previsión social.

Marcela Azuela, fundadora de Hogar Justo Hogar, resaltó la importancia de este programa, pues tiene cobertura de servicios médicos, pensión por invalidez, fondo para el retiro, guarderías, entre otras. Además, incluye que los beneficiarios sean los hijos, padres de las trabajadoras o su concubinario.

Las trabajadoras que se pueden inscribir al programa, el cual funciona en todo el país, son aquellas que reciban un salario mínimo al mes mayor o igual que 3 mil 183.08 pesos, esta cantidad puede ser el pago que le da un empleador o la suma de lo que recibe de varios patrones.

Para avanzar en el trámite la empleada debe asegurarse que sus jefes le darán la cuota patronal correspondiente, después realizar el proceso mediante el portal del IMSS o en las subdelegaciones del instituto y finalmente darse de alta en la clínica que le corresponda.

En los casos en los que la trabajadora sólo tiene un empleador, éste deberá cubrir la cuota patronal total, por ejemplo, si ella recibe el salario mínimo mensual, el pago al mes es de 934.37 pesos, esta cantidad va aumentando conforme incrementa el salario de la empleada. La trabajadora también paga una cuota la cual es proporcional a su sueldo.

La situación se dificulta cuando las trabajadoras tienen más de un empleador, pues la cuota patronal se divide entre los jefes. Al inscribirse la empleada señala al IMSS cuántos patrones tiene, éste calcula lo que a cada uno corresponde pagar. La cantidad depende de cuántos días labora en cada casa y la trabajadora informará a sus patrones lo que deben pagar para juntar el dinero y hacer un depósito único ante el instituto.

Marcela Azuela señaló que la modalidad multipatronal, en la que se estima se encuentra la mayoría de las trabajadoras del hogar, es un reto, pues si uno no quiere sumarse, la trabajadora ya no puede inscribirse al IMSS.

Christian Mendoza, investigadora del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB), indicó que se requiere la divulgación de más información sobre los beneficios para empleado y patrón con el fin de que ambos estén sensibilizados y sea más fácil la inscripción al IMSS.