México ocupa el tercer lugar entre los países proveedores de capitales ilícitos a escala global. En los pasados siete años exportó al mundo financiero de lo ilícito más de 514 mil 259 millones de dólares, sostuvo Irma Eréndira Sandoval, titular de la Secretaría de la Función Pública (SFP).

Esa cifra nos deja helados, porque significa que México –en la contribución al producto interno bruto ilícito mundial– sólo fue rebasado por países continentales que nada tienen que ver con nuestro país, manifestó al participar en el seminario Corrupción y lavado de dinero: 15 años de la Unidad de Inteligencia Financiera.

Sin precisar la fuente de esas cifras, expuso que sólo China y Rusia se ubican arriba de México en el lavado de activos a escala internacional. Un informe de Global Financial Integrity de hace dos años coincide con el orden de países que más lavan dinero, pero con montos distintos. Entre 2004 y 2013, el flujo de recursos ilícitos por año ascendió a 53 mil millones de dólares, en promedio.

Datos de las Naciones Unidas, agregó Sandoval, indican que las ganancias anuales de las bandas criminales trasnacionales –que se lavan en el sistema financiero internacional– superan el billón 500 mil millones de dólares, monto que equivale a la riqueza de los 49 países menos desarrollados.

En México, la conservadora y cauta cifra, remarcó Sandoval, dada por la Secretaría de Hacienda el sexenio pasado, apunta a que el narcotráfico lava anualmente entre 20 mil y 30 mil millones de dólares, razón por la cual la lucha contra el lavado de dinero es prioridad para la administración de Andrés Manuel López Obrador.

Señaló que se mantienen los pendientes señalados por el Grupo de Acción Financiera Internacional, el cual, en el informe de 2018, indica que hay rezagos en el lavado de dinero por tráfico de drogas, trata, corrupción, evasión y elusión fiscal. No obstante, aseveró que las inhabilitaciones anunciadas esta semana, entre ellas la del ex director de Pemex Emilio Lozoya, abonan en el combate a estos ilícitos.