Instaló sus caballetes y cuadros cerca del Gran Canal, según un video difundido en la cuenta del artista callejero en Instagram
Viernes 24 de mayo de 2019, p. 2
Roma. Un niño migrante que envía una señal de socorro, pinturas que denuncian los cruceros gigantes sobre los canales venecianos. El enigmático artista británico Banksy se invitó a su manera y con su arte callejero a la Bienal de Venecia.
En un video publicado en su cuenta de Instagram, el irreverente artista que rechaza la comercialización del arte y cuya obra mezcla denuncia política, ironía y poesía, apareció sin mostrar su rostro en Venecia, pocos días después de la apertura el 11 de mayo de la Bienal Internacional de Arte.
Envuelto en un abrigo, la cabeza cubierta por un sombrero de ala ancha, el pintor callejero instaló sus caballetes y sus cuadros cerca al Gran Canal, suscitando la curiosidad de turistas y venecianos.
Poco a poco, el desconocido pintor colocó una serie de nueve lienzos que forman la imagen de un enorme crucero que atraviesa Venecia y sus mayores monumentos.
Una clara denuncia de la continua llegada de cruceros a la ciudad y al depredador turismo de masas.
Inspirándose en el célebre paisajista veneciano Canaletto del siglo XVII, Banksy tituló su obra Venecia en el aceite, es decir, navegando sobre el petróleo.
La policía, que ignoraba que estaba ante uno de los artistas más cotizados del mundo, lo obligó a marcharse por no tener permiso para instalar su puesto.
El artista aprovechó para lanzar una puya a los organizadores de la Bienal de Arte de Venecia, dedicada este año irónicamente a ‘‘estos tiempos interesantes’’, llenos de incertidumbre, crisis y desórdenes.
‘‘El evento artístico más grande y prestigioso del mundo nunca me ha invitado por ningún motivo’’, comenta con sorna en su mensaje.
El video ha sido visto en pocas horas por más de 2 millones de personas y es fácilmente consultable a través de Google con las palabras claves Banksy e Instagram.
Grafiti en muro de un canal
Además de su original performance, Banksy dejó un grafiti en un muro de un canal veneciano que representa a un niño migrante que agita humo rosado con el que se pide socorro en mar. Como de costumbre, el artista no firmó su obra, pero para los internautas que conocen su trabajo, la identidad es casi cierta, sobre todo después de que cargó el video en Venecia en su blog.
Causó sensación en octubre pasado cuando uno de sus cuadros comenzó a autodestruirse justo después de ser subastado en Soteheby’s de Londres por 1.4 millones de dólares (1.2 millones de euros). El artista, cuyas obras tienen contenido político o social, ha tratado la causa palestina y el movimiento de los chalecos amarillos en Francia.