Se compromete a recuperar Crimea
Anuncia que hoy quedará disuelto el Parlamento para celebrar comicios el próximo 14 de julio
Martes 21 de mayo de 2019, p. 22
Moscú. Con la toma de posesión como presidente de Ucrania de Volodymir Zelensky –el cómico que alcanzó la cima del escalafón político haciendo reír a los ucranios– comenzó este lunes la verdadera lucha por el poder en el vecino país eslavo.
Zelensky, quien en su breve discurso prometió que hará todo para que en los próximos cinco años sus compatriotas dejen de llorar, anunció que su primera decisión en calidad de jefe de Estado será publicar este martes el decreto que disuelve la Rada, con la intención de convocar elecciones parlamentarias anticipadas, el 14 de julio siguiente y no en octubre, como está previsto.
Es toda una declaración de intenciones, sin preámbulos ni demoras, pero aún no es claro si tendrá éxito.
Zelensky, desde un punto de vista formal, se basa en el hecho de que la bancada minoritaria del Frente Popular –en una maniobra para ganar tiempo– se retiró, el viernes anterior, de la coalición mayoritaria en el Parlamento que, de acuerdo con la ley ucrania, es necesaria para formar gobierno.
Sin embargo, la disolución de la Rada no es inmediata y la misma ley otorga a los partidos con representación parlamentaria –entre ellos, la numerosa bancada de Petro Poroshenko, que perdió la presidencia en la segunda vuelta– 30 días para intentar configurar otra coalición que le permita mantenerse a flote.
Los seguidores de Zelensky, todavía fuera de la Rada y en pleno periodo de agrupación en Servidor del Pueblo como se llamará –igual que la serie de televisión que lo hizo famoso– el nuevo partido oficialista, saben que si las elecciones fueran el domingo siguiente podrían sacar, según los sondeos, hasta 40 por ciento de los votos, una formidable plataforma para implementar sus políticas.
En cambio, si las parlamentarias se celebran hasta octubre, el nuevo presidente nada podrá hacer en los siguientes cinco meses al carecer del indispensable apoyo de los legisladores y la oposición obtendrá un valioso respiro para levantarse de la lona.
La ceremonia de toma de posesión, transmitida en cadena nacional, contó con la presencia de medio centenar de invitados extranjeros, entre ellos los jefes de Estado de Estonia, Georgia, Hungría, Letonia y Lituania, así como delegaciones de la Organización del Tratado del Atlántico Norte y de la Unión Europea, y tuvo también un gran ausente, el representante de Rusia, país que no recibió invitación.
Ovacionado por los diputados cuando se comprometió a recuperar Crimea y poner fin al conflicto armado en el este del país, Zelensky puntualizó: No empezamos esta guerra nosotros, pero nosotros tenemos que terminarla. Estamos abiertos al diálogo y un primer paso maravilloso para comenzar este diálogo sería el regreso de todos los ucranios prisioneros
.
No tardó en responder el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov: la cuestión de la pertenencia de Crimea no existe ni puede existir: es una región de la Federación Rusa
, quien adelantó que el presidente Vladimir Putin no piensa felicitar a Zelensky con motivo de su toma de posesión ni planea tener contactos con él en el corto plazo.
El presidente Putin va a felicitar a Zelensky cuando éste consiga los primeros logros en el arreglo del conflicto interno en el este de Ucrania, así como los primeros éxitos en lo que respecta a la normalización de las relaciones ruso-ucranias
, agregó Peskov.