Nueva York. Le ofrecieron sobornos y participar en el negocio de la droga, pero Juan Antonio Tony Hernández, ex diputado y hermano del presidente de Honduras, asegura que sólo aceptó una yegua, dos pistolas y un reloj de los narcotraficantes.

Documentos judiciales hechos públicos este mes por el gobierno estadunidense muestran que Hernández admitió ante agentes federales que aceptó regalos de narcotraficantes que había conocido y que hasta preguntó a funcionarios hondureños sobre un supuesto dinero que el gobierno de su país debía a un cártel.

Los documentos son una transcripción de 56 páginas, disponible en el sistema electrónico de las cortes federales estadunidenses, que muestra lo que Hernández declaró el pasado noviembre tras ser arrestado en el aeropueto de Miami, cuando pretendía viajar a Honduras.

En su testimonio, el ex congresista abre una pequeña ventana a la corrupción y la cercana relación entre el gobierno hondureño y cárteles como Los Valle o Los Cachiros, acusados por el gobierno estadunidense de formar parte del crimen organizado trasnacional.

Los documentos muestran cómo, según Tony, el presidente Juan Orlando Hernández le advirtió por teléfono sobre los riesgos de juntarse con malas compañías.

Su hermano le dijo que iba a terminar muerto o comprometiendo a las personas que andaban con él.

En otra ocasión, el mandatario supuestamente le aclaró: bueno, si hay algo relacionado con drogas va a ser tu problema, a lo que Tony respondió: claro, ya estoy grande.

El hermano del gobernante fue acusado en Estados Unidos de conspirar para enviar cocaína a este país.

Fiscales estadunidenses acusaron a Tony, de 40 años, de narcotráfico. Él se declaró inocente y se espera que sea juzgado en septiembre en una corte de Manhattan.

Durante el interrogatorio negó haber traficado droga, pero admitió que lo invitaron a participar en el negocio varias veces. Según su expediente, se reunió en 2014 con Devis Leonel Rivera Maradiaga, líder de Los Cachiros. El ex diputado dijo que éste le pidió recursos públicos que el gobierno hondureño supuestamente le debía a una compañía que el cártel usaba para lavar dinero. Según el gobierno estadunidense, Rivera pagó 50 mil dólares a Hernández, algo que éste niega, pero hay un video de esa reunión en poder de la DEA.