El 1º de diciembre de 2016 se suspendió el requisito de visado a los mexicanos que deseaban entrar a Canadá, lo que promovió que el turismo se disparara a más del doble desde ese año; sin embargo, el motivo por el cual Ottawa impuso la medida en 2009 está latente: las solicitudes de asilo falsas de connacionales se han incrementado de manera alarmante, sostiene el embajador de aquel país en México, Pierre Alarie.

Ello puede ser un irritante en la relación bilateral, advirtió el diplomático a La Jornada. Imagínese que de nuevo debamos recurrir a contener un poco el flujo de mexicanos que entran a Canadá y no hay muchas maneras de hacerlo.

El visado fue impuesto en 2009, durante el gobierno del premier Stephen Harper, quien argumentó que más de 9 mil 400 mexicanos habrían solicitado de refugio, casi el triple de los de 2005, y sólo 11 por ciento se aceptaron.

En cuanto al turismo, en 2016 viajaron a Canadá menos de 200 mil mexicanos con fines recreativos y el año pasado la cifra alcanzó un récord de 400 mil.

Existe un acuerdo con el gobierno mexicano de no hablar de cifras exactas, explicó el embajador, pero puedo decir que hemos llegado a nivel alarmante de mexicanos que llegan a Canadá pidiendo asilo político, pero son los menos quienes realmente necesitan refugio.

El tema de la gente que pide asilo político es muy sensible y se advierte la presencia de organizaciones criminales que están detrás de ese aumento; coyotes tanto aquí como en Canadá, que promueven esta forma de llegar a ese país. Hay gente que está explotando las debilidades del sistema canadiense, así que ahí, de nuestra parte, debemos mejorar nuestra ley para poder contener un poco eso.

Expresó que el gobierno del premier Justin Trudeau ya ha buscado la ayuda de México para difundir que existen maneras legales y organizadas para ir a Canadá.

Además del trámite para esta Autorización de Viaje Electrónica para quienes quieran visitar dicha nación; hay opciones regulares de permanecer en Canadá, como el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México-Canadá, el cual cumplió 45 años, y consideró que es el representante de la relación bilateral.

Alarie habló del sector minero canadiense, el cual oscila entre el 60 y 70 por ciento de la inversión extranjera en el rubro en México y cuya industria ha sido acusada de contaminante y de corrupción.

Toda organización no gubernamental mexicana puede ir a quejarse a Canadá del comportamiento de una firma de este país, pero –dijo– debe ser una querella seria.

El problema que vemos mucho aquí [es que] cualquier político o funcionario que pide dinero a una empresa canadiense en este país o en el mundo, para arreglar las cosas, es extorsión, es corrupción y esto ocurre en este país. No voy a mencionar nombres... pero es la gente que pretende defender al pueblo, pretenden defender a las comunidades y actúan por interés propio, sentenció.