Milán. Partidos nacionalistas y xenófobos de toda Europa, encabezados por el líder italiano, Matteo Salvini, la francesa Marine Le Pen, y el islamófobo holandés, Geer Wilders, encabezaron ayer en el norte de Italia una marcha para reforzar sus lazos con el objetivo de conquistar a la Unión Europea (UE) en las próximas elecciones.

El Capitán Salvini, como llaman al ultraderechista político de la Liga del Norte, regresó a su ciudad natal, Milán, para consagrarse como el líder de una nueva Europa, apoyado por una decena de partidos ultraconservadores de la UE, Salvini arribó a la reunión con un rosario católico en la mano y concluyó su discurso con un confío en el corazón inmaculado de María para obtener la victoria.

No se trata de la ultraderecha, sino de tener sentido común. Son los extremistas los que han gobernado estos últimos 20 años a Europa, aseveró Salvini desde el palco instalado en la céntrica plaza del Duomo –la catedral milanesa–, además, el Capitán no escatimó elogios para los papas Benedicto XVI y Juan Pablo II, ejemplos para él de líderes positivos, en una especie de crítica velada contra Francisco, conocido por su defensa de los migrantes.

El Salvini Day, como lo calificó la prensa, pretende ser el comienzo que lo impulsaría como la figura clave del futuro Parlamento Europeo tras las elecciones del 26 de mayo.

Para la cumbre ultraderechista, miles de simpatizantes viajaron a la capital financiera italiana, entre ellos 50 autobuses desde Turín para escuchar las reivindicaciones nacionalistas de los líderes antimigrantes Salvini, Le Pen y Wilders, éste último jefe del Partido por la Libertad de Holanda, quien gritó en reiteradas ocasiones basta islam, basta islam.

En tanto, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, quien podría ser candidato a las presidenciales polacas en 2020, llamó a sus compatriotas a votar en las elecciones europeas por la oposición y no dejar así su futuro a los conservadores, no tienen otra solución. no pueden dejar el destino de sus hijos y sus nietos en sus manos. Nuestros hijos y nuestros nietos no lo perdonarán nunca, declaró Tusk durante una marcha de la oposición pro europea en Varsovia, haciendo referencia al partido conservador nacionalista Derecho y Justicia en el poder desde 2015.

En este contexto, más de 100 personas que afirmaron ser miembros del Partido Conservador de Gran Bretaña publicaron comentarios islamófobicos y racistas en línea, de acuerdo a unas acusaciones compiladas por Brandon Lewis, un investigador en las redes sociales, esto incluyó textos que describieron a los musulmanes como extranjeros cuyo plan es convertir a este país en un Estado Islámico.