El gobierno mexicano deberá fijar aranceles de entre 25 y 30 por ciento a productos de acero y aluminio de países asiáticos para cumplir el requisito que Estados Unidos le impuso para levantar gravámenes a esos artículos, afirmó el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico.

José Luis de la Cruz, director de esa asociación, manifestó en entrevista que con la decisión de quitar esas tarifas se termina una etapa de fricciones entre México, Estados Unidos y Canadá, que comenzó como medida de presión durante las negociaciones para renovar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, el cual será sustituido por el T-MEC.

Con dicha medida, apuntó, desaparece la presión y se abre la posibilidad de que el T-MEC sea ratificado de manera más rápida.

Aseguró que las exportaciones de la industria mexicana se beneficiarán. La afectación, dijo, fue de entre 700 y mil millones de dólares.

Destacó que en la industria del aluminio los daños se vieron más por el lado de las inversiones que no llegaron al país, pues la integración en la región permitió que ese producto mexicano siguiera entrando a Estados Unidos.

Crearán comité de vigilancia

Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria del Aluminio informó ayer que creará un comité de vigilancia para evitar importaciones inusuales de otras regiones, luego de que Washington decidió quitar dichos aranceles.

En un comunicado, indicó que la aplicación de los gravámenes por el gobierno estadunidense fue un obstáculo clave para la aprobación del T-MEC.

Mientras tanto, en Ottawa, Canadá, la ministra de Relaciones Exteriores de ese país, Chrystia Freeland, expresó que su nación quiere ratificar a toda máquina el T-MEC. Siempre hemos dicho claramente que mientras se aplicaran aranceles resultaría muy difícil avanzar hacia la ratificación del tratado, expresó en una entrevista con la radio pública CBC.