Persisten riesgos, advierte
Viernes 17 de mayo de 2019, p. 19
Después de que la Junta de Gobierno de Banco de México ha decidido por unanimidad mantener la tasa de interés interbancaria a un día en un nivel de 8.25 por ciento, advirtió que los inversionistas permanecen atentos a las perspectivas crediticias de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la economía en general.
El banco central señaló que el entorno actual sigue presentando importantes riesgos a mediano y largo plazos que pudieran afectar las condiciones macroeconómicas del país, su capacidad de crecimiento y la inflación.
Alertó que persisten riesgos con un impacto significativo sobre el desempeño de los activos financieros en México. En particular, la incertidumbre en el entorno externo podría ocasionar ajustes de portafolio y, en la parte interna, los inversionistas permanecen atentos a las perspectivas crediticias de Pemex y de la economía en general.
Destacó: Es importante que además de seguir una política monetaria prudente y firme, se impulse la adopción de medidas que propicien un ambiente de confianza y certidumbre para la inversión, una mayor productividad y que se consoliden sosteniblemente las finanzas públicas
.
En este contexto, es particularmente relevante que se cumplan las metas fiscales del Paquete Económico para 2019. Además, es indispensable fortalecer el estado de derecho, abatir la corrupción y combatir la inseguridad.
Debilidad económica
En su reporte sobre la decisión de política monetaria, el Banco de México mencionó que la información oportuna sugiere que en el primer trimestre de 2019 se acentuó la debilidad que la economía mexicana había exhibido desde el trimestre previo, asociada tanto a factores externos como internos, algunos de ellos de carácter transitorio. Además, considera que prevalece una tendencia de desaceleración en la actividad económica mundial.
Así, las condiciones de holgura en la economía exhibieron un relajamiento hacia finales de 2018 y principios de 2019. El balance de riesgos para el crecimiento se ha tornado más incierto y mantiene un sesgo a la baja.
Afirmó que dada la magnitud de los aumentos en el salario mínimo, además de su posible impacto directo, se enfrenta el riesgo de que estos propicien revisiones salariales elevadas en diversos sectores.
De hecho, en algunos de ellos éstas han rebasado las ganancias en productividad, lo que podría generar presiones de costos, con afectaciones en el empleo formal y contribuyendo a que la inflación se mantenga elevada.
Para aumentar de manera sostenida el poder adquisitivo de los salarios, dijo, es necesario considerar el papel de otras políticas públicas, en particular, fomentar la competencia en aquellos sectores de bienes y servicios con una participación elevada en la canasta de consumo de los segmentos de la población de menores ingresos.
El BdeM subrayó que la inflación general se incrementó entre el tercer y cuarto mes del año, producto de un repunte en los precios de los energéticos, un incremento en los precios de las mercancías alimenticias y un avance en los precios de los servicios por el efecto vacacional de Semana Santa.