La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que la prohibición de vender o distribuir bolsas de plástico y otros artículos de este material es el primer paso hacia la promoción de una ciudad con cero basura, pues el impacto ambiental que ha generado el uso en los pasados 50 años ha traído gravísimos daños a la biodiversidad y está contribuyendo al cambio climático global.

En conferencia de prensa, explicó que el fin es producir menos basura y, al mismo tiempo, que el resto sea parte del reciclaje y lo que se llama la economía circular, en la que un residuo se integra de nuevo a la cadena productiva para disminuir su disposición final.

Sobre las sanciones para quienes no cumplan con la normatividad –que entrará en vigor a partir de 2020–, señaló que una parte ya se establece en la Ley de Residuos Sólidos –de 500 a 2 mil unidades de medidas y actualización UMA, es decir, de 42 mil 245 pesos a 168 mil 980 pesos– y otras se ajustarán en el reglamento, pero aseguró que no se trata de imponer multas, sino de hacer conciencia del daño.

Sobre la inconformidad de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico, indicó que se analizará cómo apoyar a las pequeñas empresas, pero atajó que la mayoría de las que comercializan el plástico son trasnacionales que en otras ciudades están obligadas a que los artículos que producen sean biodegradables y ahora deberán usar esa tecnología en la capital del país.

Por su parte, la titular de la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial, Mariana Boy, dijo que de las 12 mil toneladas de basura que se generan en la ciudad diariamente 35 por ciento son materiales plásticos, de los cuales sólo 9 por ciento se recicla y el resto tarda en degradarse hasta 500 años.

A su vez, la secretaria de Medio Ambiente, Marina Robles, dijo que se regula ya el uso de los artículos que más problemas generan, que no necesariamente son de primera necesidad y son de fácil sustitución por otro tipo de materiales.

Agregó que cada minuto se consumen 10 millones de bolsas de plástico que terminan en los ecosistemas marinos, donde ocasionan la muerte al año de 1.5 millones de aves, peces, mamíferos marinos y tortugas.

De acuerdo con las reformas a la Ley de Residuos Sólidos, a partir de enero se prohibirá la venta o distribución de bolsas de plástico y en 2021 se ampliará para popotes, cubiertos, globos, aplicadores de tampones y cápsulas de café.