El sector privado aseguró ayer que la declaratoria de licitación desierta para construir la refinería Dos Bocas inquieta a los inversionistas y pidió al gobierno federal reconsiderar los riesgos que implica el proyecto, tanto para las finanzas de Petróleos Mexicanos (Pemex) como para las del país.

En tanto, Citibanamex calificó de nueva equivocación del gobierno la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador de encargar a Pemex y la Secretaría de Energía (Sener) la construcción de una refinería en Dos Bocas, Tabasco, luego de que fue declarada desierta la licitación para ese proyecto.

El que se declarara desierta (la licitación) nos confirma que han sido equivocados los estimados de tiempo y costo por parte del gobierno, a la vez que también lo es distraer la atención de Pemex para la construcción, sobre todo dados los graves problemas que ya debe atender, dijo el grupo financiero.

De acuerdo con las estimaciones de Citibanamex, una refinería como la planeada en Dos Bocas para producir 400 mil barriles diarios procesando crudo pesado costaría aproximadamente 12 mil millones de dólares con un tiempo de construcción de ocho años. El gobierno del presidente López Obrador asegura que la obra puede ser concluida en tres años con un presupuesto de 8 mil millones de dólares

El líder de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, José Manuel López Campos, señaló que la decisión sobre la obra que se edificará en el municipio de Paraíso, Tabasco, inquieta en relación con la percepción que se pueda tener del país respecto de la certidumbre en las inversiones de largo plazo.

Consideró que no hay proyectos de crecimiento exitosos sin la coparticipación del sector productivo y del gobierno. Los proyectos productivos debe realizarlos el sector empresarial y hacerse en completa gobernanza.

Dijo que regresar a los esquemas en los que el gobierno federal o los de los estados se hacen cargo de los proyectos no es factible, porque no tienen capacidad para llevarlos a cabo y su realización, a cargo Pemex y el Instituto Mexicano del Petróleo, va en sentido contrario a las iniciativas de austeridad del Ejecutivo.

Para poder realizar proyectos de esta envergadura se requiere de inversión y quien debe invertir es la iniciativa privada, insistió. Aclaró que el sector privado respeta las decisiones del Ejecutivo y sólo el tiempo dirá si tiene o no razón.

En tanto, la Confederación Patronal de la República Mexicana pidió reconsiderar la obra por los riesgos que implica para las finanzas de la petrolera y del país, debido a que las cosas pueden salir mal y se debe tomar en cuenta el tamaño de la deuda de Pemex y la inversión en un negocio que ha sido históricamente poco rentable.

Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, dijo en entrevista radiofónica que el gobierno debe analizar si es un proyecto necesario y prioritario.

Especialistas del sector de hidrocarburos aseguraron que la refinería debe revaluarse en su capacidad de refinación y expresaron sus dudas sobre la posibilidad de construirla en tres años.

Ramses Pech manifestó que un proyecto con la capacidad propuesta por el gobierno (340 mil barriles diarios) tendría un costo de 14 mil millones de dólares y no estaría lista en tres años.