La construcción de la nueva refinería bajo la supervisión de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Secretaría de Energía (Sener) eleva el riesgo de que se presenten sobregiros en costos y retrasos que pudieran sumar más presión a las finanzas de la empresa productiva del Estado y el gobierno, advirtió la firma financiera internacional Moody’s.

Peter Speer, vicepresidente de la firma calificadora de valores, recordó que las empresas que iban a participar en la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas consideraron que el proyecto costará más de 8 mil millones de dólares y la construcción tomará más de tres años.

Lo anterior, después de que ayer por la mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que la licitación para la construcción de la refinería en Tabasco quedó desierta, por lo cual será edificada con la coordinación, administración y supervisión de Pemex y la Sener.

Peter Speer señaló: Al darse a conocer la noticia de que las firmas de construcción internacionales que participaron en la licitación de la refinería de Dos Bocas de Pemex consideran que dicho proyecto costará más de 8 mil millones de dólares y tomará más de tres años, se valida nuestra preocupación en torno a que los estimados del gobierno de México fueron optimistas.

Agregó: El hecho de que avance el proyecto bajo la supervisión de Pemex y la Sener suma una tarea más para el equipo directivo de Pemex, que ya se encuentra luchando por frenar la caída en la producción de crudo y mejorar las refinerías existentes.

Es realmente patético, manifestó Alejandra León, analista de petróleo de IHS Markit Ltd en la Ciudad de México, de acuerdo con un despacho de Bloomberg. Las empresas invitadas a este proyecto no estaban muy entusiasmadas porque sabían que no podían proporcionar lo que el gobierno quería escuchar. Ahora, el gobierno los escucha pero los ignora, lo cual es irresponsable e insensato porque desperdiciarán dinero que pertenece a los mexicanos.

En meses recientes las calificadoras han llamado la atención sobre Pemex, la petrolera más endeudada del mundo, y la nota soberana.

En febrero, Moody’s dijo que el perfil de la deuda soberana de México enfrenta una fuerte presión relacionada con el gasto público, mientras Fitch redujo la calificación de Pemex en dos escalas a BBB–, la más baja de grado de inversión, y le asignó una perspectiva negativa.

Una nueva rebaja a territorio basura probablemente obligaría a algunos tenedores de deuda a vender.

En tanto, Standard & Poor’s revisó en marzo a negativa desde estable la perspectiva de la calificación crediticia de Pemex y otras empresas mexicanas, después de llevar a cabo una acción similar sobre la nota soberana de México.

Por su parte, Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base, consideró que uno de los principales riesgos es la presión que este proyecto generará sobre las finanzas públicas, pues hace más probable un recorte a la calificación crediticia de México.

Es importante señalar que en los mercados financieros la inversión en dicha refinería es vista como una asignación subóptima de los recursos públicos, que podrían ser usados para elevar la producción petrolera o mejorar la infraestructura energética.

Dos Bocas sería la séptima refinería de Pemex y forma parte de un plan gubernamental para reducir las crecientes importaciones de gasolinas. Sin embargo, expertos aseguran que la endeudada petrolera debería enfocarse más en exploración y producción que en refinación.