La decisión del gobierno federal –avalada por la totalidad de los participantes en el sistema financiero– de reducir la utilización de dinero en efectivo se acelerará en los meses próximos, aunque enfrenta una realidad: su uso es preferido de manera mayoritaria por la población, según cifras oficiales.

En el momento en que se inició en todo el país la prueba para poner en marcha la plataforma Cobro Digital (CoDi), que será administrada por el Banco de México (BdeM), información de esta institución mostró que únicamente tres de cada 100 transacciones se realizan mediante el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), mientras 90 de cada 100 se llevan a cabo en efectivo.

Resultados de Estudios cuantitativos y cualitativos sobre efectivo 2018 prevén que en un año los pagos mediante el SPEI tendrán un incremento de 11 por ciento o 4.7 millones de personas usarán esa vía.

El dato cobra relevancia si se considera que el CoDi operará bajo esa forma de transferencias interbancarias, que comenzó sus pruebas piloto este mes y será obligatorio en septiembre para los 51 bancos que operan en el país.

De acuerdo con el BdeM, 48 por ciento de la población objetivo del estudio mencionado acude a cajeros automáticos para obtener recursos físicos.

De ese porcentaje, 84 por ciento los utiliza entre una y cinco veces al mes.

Informalidad, un desafío más

Otro reto del CoDi es bajar las tasas de informalidad laboral e impulsar que los pequeños comercios se sumen a la economía regular. No obstante, la mayoría aún teme dar ese paso.

Raymundo Tenorio, director del Centro de Estudios Interdisciplinarios y Prospectiva (CEIP), considera que ese miedo a pasar a los medios digitales se debe a que los pequeños comercios aún tienen más confianza en el dinero físico que en el electrónico.

Para que la gente pueda estar dentro de la formalidad, tarea que me parece será la segunda etapa del CoDi, el gobierno federal deberá hacerlo con una serie de incentivos, como ocurrió en el sexenio pasado, por ejemplo bajar las cuotas del Instituto Mexicano del Seguro Social para los informales y abrirles cuentas de ahorro para el retiro. En la primera etapa esas personas podrán registrarse como personas físicas y no empresas para operar con el producto, expresó en entrevista.

Lo que dicen los comerciantes

Tres negocios y tres comerciantes fueron consultados para saber si conocían las ventajas de usar dinero electrónico y si estarían dispuestos a entrar a operar con el CoDi. En todos los casos, la respuesta fue la misma: tienen miedo a ser vigilados y a estar inmersos en la economía formal. Además no quieren pagar cuotas, porque merman sus ganancias, y no conocen el nuevo producto financiero.

A marzo pasado, 57.1 por ciento de la población económicamente activa (PEA) se encuentra en la informalidad, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

La tarea se vuelve imponente si se habla del conocimiento y uso del SPEI, ya que estudios del BdeM demuestran que 36.7 millones de personas u 83 por ciento de la población consultada no sabe para qué sirve ese canal de transacciones.

Raymundo Tenorio mencionó que otro obstáculo que enfrentará el CoDi será enseñar a la sociedad las ventajas de usar dinero y hacer transacciones completamente electrónicas.

Hay una barrera cultural. No es miedo a ser fiscalizados. Eso no. Es el temor al desarrollo tecnológico de personas que tienen pequeños comercios. Hay más confianza con el efectivo, agregó el director del CEIP.