Tras casi 20 años de lucha para consolidar su proyecto de taxi rosa por conducto del movimiento Protegiéndonos entre Mujeres (Proem), un grupo de conductoras podría ser despojado de su fuente de trabajo y su base ubicada afuera de una nueva plaza comercial localizada en Tlatelolco ante el interés que ha despertado ese lugar por grandes organizaciones de taxistas.

Aun cuando estas trabajadoras del volante tienen dos décadas de ocupar ese espacio y su proyecto es de interés para el gobierno capitalino, dada su característica de brindar un servicio seguro para mujeres, las taxistas comenzaron a sufrir el hostigamiento tanto de policías como de empleados adscritos al área de vía pública de la alcaldía de Cuauhtémoc, cosa que puede provenir de varios líderes de grandes organizaciones que pretenden despojarnos de la base que tenemos en dicho lugar, advierte su dirigente, Susana Sánchez Ríos.

Narró que el 5 de abril, en plena inauguración de la plaza comercial Puerta Tlatelolco, aproximadamente a las 5 de la tarde llegó una patrulla y de manera intimidante y prepotente se estacionó en medio de la base dividiendo los taxis.

Tras ello, se bajaron dos policías a quererse llevar una silla y un pizarrón, diciéndonos que nosotros no teníamos autorización para estar allí.

Sánchez Ríos indicó que policías y empleados de vía pública han hecho caso omiso del documento que nos expidió la Direccion General de Licencias y Operación de Transporte Vehicular de la Secretaría de Movilidad, con fecha 26 de febrero de 2019 y número de folio DGSTPI-475-2019, por medio del cual la Semovi nos informa que el proyecto de Proem Taxi Rosa es integral por el que se ha luchado desde el año 2000 y está siendo contemplado para el proyecto de movilidad de la ciudad.

Sánchez Ríos explicó que a pesar de que los taxis podrían constituir una alternativa de trabajo para cientos de mujeres, un movimiento como el que encabeza se ha enfrentado cíclicamente a la descapitalizacion y pauperización, debido a la falta de apoyo.

Hay juntas a las que asisten decenas de mujeres, principalmente jefas de familias, con el interés de ser taxistas, pero para la mayoría es difícil invertir en una unidad, pagar los permisos y las fianzas que se requieren.

Aunado a ello, enfrentamos permanentemente las burlas de malos funcionarios. Por ejemplo, en la administración pasada un funcionario que acudió a nuestra base y la encontró muy deteriorada, nos expresó: Si esto estuviera gobernado por hombres sería otra cosa.

Sin embargo, el deterioro no se debe a la falta de cuidado, sino a la imposibilidad económica para mantenerla mejor, indicó.

Con todo, Sánchez Ríos manifestó entusiasmo, pues comentó que la apertura de la plaza ha permitido a sus compañeras atender en horario de 9 de la mañana a 11 de la noche, y que 99 por ciento de los usuarios son mujeres.