Las remesas alcanzaron en el primer trimestre del año un nuevo máximo al situarse en 7 mil 699.06 millones de dólares, monto 7.13 por ciento mayor al resgistrado en el mismo periodo del año pasado cuando se ubicaron en 7 mil 186.89 millones.

Las remesas son los envíos de dinero de los migrantes a sus familias en México. Son importantes como fuente de divisas para el país e ingreso adicional para los hogares mexicanos.

En el tercer mes del año se captó un total por remesas de 2 mil 896.8 millones de dólares, cifra mayor en 8.3 por ciento a lo recibido en el mismo periodo de 2018, cuando fue de 2 mil 674.8 millones.

El valor promedio de la remesa se ubicó en 321 dólares, 2.9 por ciento mayor que el promedio obtenido en el tercer mes de hace un año cuando se ubicó en 312 dólares, y mayor en 9 dólares al promedio del mes previo.

El Banco de México informó que las transferencias electrónicas fueron el vehículo preferido para el envío de dinero con un monto total de 7 mil 514.66 millones de dólares.

En términos trimestrales la cantidad promedio de envío aumentó 2.56 por ciento, al pasar de 308 dólares durante el primer trimestre de 2018 a 316 en el mismo lapso de 2019.

En opinión de los analistas del Grupo Financiero Banorte, la política migratoria del gobierno estadunidense continúa siendo uno de los principales catalizadores para el flujo de remesas.

En este sentido, el flujo acumulado de los pasados 12 meses se ubicó en 33 mil 900 millones de dólares, es decir, un aumento de 11.2 por ciento anual, superior al 10.6 por ciento observado el mes previo.

Los expertos de Banorte señalaron que pese a la fortaleza de las remesas en el primer trimestre de 2019, seguimos creyendo que éstas se desacelerarán en los próximos meses a tasas de un sólo dígito.

Explican que el empleo de migrantes mexicanos en Estados Unidos ha moderado su ritmo de avance, con aquéllos sin ciudadanía como los más afectados en marzo.

“En nuestra opinión el dato mejor a lo esperado del PIB en Estados Unidos en el primer trimestre de 2019 no fue tan fuerte como lo sugiere el indicador total, con el consumo desacelerándose, lo que podría resultar en una moderación en el crecimiento del empleo.

En segundo lugar, el efecto de base será más complicado en los próximos meses al tomar en cuenta que las remesas crecieron a tasas por encima de 10 por ciento anual durante el segundo trimestre de 2018. En este sentido, consideramos que el ritmo de avance seguirá siendo relativamente fuerte, pero se desacelerará en la comparación anual.