Nueva York. El secretario General de la Organización de Naciones Unidas, Antonio Guterres, llamó a las partes enfrentadas en Venezuela a evitar la violencia, al tiempo que la Unión Europea (UE) pidió máxima contención y España rechazó un golpe de Estado en la nación sudamericana, después de que el líder opositor Juan Gauidó salió a las calles de Caracas a derrocar al presidente Nicolás Maduro.

No le toca al secretario general dar apoyo a unos o a otros, dijo el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, durante una rueda de prensa en la sede de la ONU.

La alta representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, manifestó su rechazo a cualquier forma de violencia y pidió máxima contención para evitar la pérdida de vidas y una escalada de las tensiones en un comunicado consensuado previamente con los 28 integrantes del mecanismo comunitario.

La UE está firmemente del lado del pueblo venezolano y de sus aspiraciones democráticas legítimas. Seguiremos sin escatimar ningún esfuerzo para lograr la restitución de la democracia y el estado de derecho, a través de elecciones libres y justas, conforme con la Constitución venezolana, se señala en el comunicado.

El ministro de Asuntos Exteriores español, Josep Borrell, dijo que los sucesos en Venezuela constituyen el escenario peor que nos podíamos imaginar y tras llamar a todos los sectores a evitar un derramamiento de sangre, dijo que España no respalda un golpe militar, porque lo que quiere es un movimiento pacífico que desemboque en unas elecciones.

La vocera del gobierno español, Isabel Celaá, dijo que el Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez seguía de cerca los sucesos en Caracas, donde la oposición con el apoyo de un grupo reducido de militares impulsó un levantamiento.

Apoyamos un proceso democrático pacífico en Venezuela. Apostamos por la celebración inmediata de comicios para la elección de un nuevo presidente, indicó Celaá.

España reconoció a Guaidó como presidente interino, pero no ha cortado las relaciones con el gobierno del presidente Nicolás Maduro.

Más de 177 mil españoles residen en Venezuela, y España se ha convertido en un destino para miles de venezolanos que han emigrado en los últimos años.

El gobierno de la primera ministra británica, Theresa May, que también reconoce la autoproclmada presidencia interina de Guaidó, llamó a través de su portavoz a una resolución pacífica a la crisis y a la restauración de la democracia venezolana. Los venezolanos merecen un futuro mejor, han sufrido lo suficiente y el régimen de Maduro debe terminar.

Matteo Salvini, viceprimer ministro y hombre fuerte del gobierno de Italia –uno de los pocos países europeos que no reconocen a Guaidó como presidente interino–, pidió el alejamiento del dictador Maduro de Venezuela, así como una solución pacífica y no violenta de la crisis que lleve a elecciones libres.