Industria y servicios pierden fuerza
Afectaron menor actividad en EU, huelgas en frontera y crisis gasolinera
Miércoles 1º de mayo de 2019, p. 19
Arrastrada por una pérdida en la actividad industrial y de servicios, la economía mexicana se contrajo 0.2 por ciento en los primeros tres meses de este año respecto del último trimestre de 2018, revelan cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En la comparación anual –es decir, en relación con el periodo de enero a marzo de 2018–, la economía creció 0.2 por ciento, según cifras desestacionalizadas, el desempeño más parco para un arranque de año desde la crisis de 2009.
Entre enero y marzo los servicios y la industria –que en conjunto representan 95 por ciento del producto interno bruto– cayeron 0.2 y 0.6 por ciento, respectivamente, frente al trimestre octubre-diciembre de 2018. Mientras, el sector que engloba agricultura, pesca y ganadería creció 2.6 por ciento.
A tasa anual, el deterioro más pronunciado se contó también en la industria, dado que cayó 2.1 por ciento frente a enero-marzo de 2018. En contraparte, agricultura, pesca y ganadería aumentaron 5.6 por ciento. Los servicios lo hicieron en uno por ciento.
En cifras originales –sin hacer un ajuste
para hacer más exacta la comparación–, el producto interno bruto (PIB) creció 1.26 por ciento. Ese resultado quedó ligeramente por debajo de la estimación de 37 especialistas consultados por el Banco de México en marzo, que apuntaba a que la economía crecería 1.38 por ciento a tasa anual en el primer cuarto del año.
Además de los efectos estacionales, analistas financieros coincidieron en que el periodo reunió varios eventos atípicos
que tiraron el desempeño de la economía en el arranque de este gobierno; entre ellos, las huelgas en el norte del país, la obstrucción de vías férreas en Michoacán, los problemas de abasto de combustibles en al menos 12 estados del país –efecto de la nueva estrategia del gobierno para combatir el robo de gasolinas– y la lenta ejecución del gasto y programas gubernamentales por el comienzo de la nueva administración.
Alejandro Javier Saldaña Brito, analista de banco Ve por Más, resaltó que en adelante se mantienen como riesgos, primero para la industria, la desaceleración de las exportaciones, sumado a la lentitud en el cruce de mercancías y posible cierre de la frontera norte; para la economía en general, menor inversión y crecimiento, que implicarían una baja en la generación de empleo. También se mantiene como foco rojo la lenta aplicación del gasto público, que podría acentuarse con el fin de cumplir metas fiscales
.
Tanto su análisis como el de Citibanamex coinciden en que el PIB para 2019 cerrará en 1.4 por ciento, un cuarto menos que el año pasado.
Servicios, manufacturas y minería han mostrado una trayectoria de bajo crecimiento. Anticipamos que el consumo y las exportaciones continuarán creciendo a ritmo moderado. Se espera que persista la debilidad en la inversión
, señala el documento publicado por Citibanamex.
Por su parte, Banorte subió su pronóstico a 1.5 por ciento a tasa anual, y coincide en que las manufacturas pueden desacelerarse aún más en el corto plazo.
“La evidencia anecdótica sugiere que los retrasos en el cruce fronterizo con Estados Unidos han tenido un impacto importante en abril (…) De continuar, esta dinámica sería un freno adicional a un desempeño ya de por sí débil en manufacturas”, expuso. Adicionalmente, tenemos que contemplar que la posibilidad de una recesión global en los próximos 20 meses ha incrementado sustancialmente
.