La Auditoría Superior de la Ciudad de México (ASCM) emitió 274 recomendaciones por igual número de anomalías detectadas en los 16 órganos político administrativos –hoy alcaldías– durante el ejercicio fiscal de 2017, entonces gobernadas por Morena, PAN, PRD y PRI.

La mayoría de las irregularidades, con 214 casos, son por incumplimiento a disposiciones legales, 43 por debilidades en el control interno, cinco por no acatar la normatividad interna, 10 por carencia de normatividad y dos por falta de documentación comprobatoria del presupuesto ejercido.

En el caso de Benito Juárez, detectó que no acreditó la aplicación de 79 millones 293 mil pesos destinados a la adquisición de reflectores led y RGB, aceite anticongelante, fluido eléctrico y herramientas correspondientes al capítulo de materiales y suministros.

Respecto de la delegación Iztapalapa, no acreditó la entrega y puesta en operación de 235 dispositivos para instalaciones eléctricas (dispositivos de alerta temprana con pantalla de alta resolución montada en una base movible y con conectividad a Internet).

En Cuauhtémoc, las autoridades no reportaron 9 millones de pesos del presupuesto asignados al rubro de materiales y suministros que no fueron aplicados ese año, e instrumentó el programa social Becas Escolares sin que fuera programado en el presupuesto anual y sin contar con la aprobación del Coplade CDMX.

La delegación Cuajimalpa adquirió material eléctrico y de construcción por adjudicación directa sin que hubiera justificación alguna para exceptuar la licitación pública, y si bien publicó su programa anual de obras, lo hizo sin incluir las características de los proyectos, costo estimado y zonas beneficiadas.

En Tláhuac no se entregó a la contraloría interna el monto global de los apoyos económicos y los beneficios otorgados, rubro en el cual se detectó la entrega de ayuda económica a cinco servidores públicos por un monto de 96 mil pesos.

También se identificó que los documentos con los cuales se formalizó la entrega de bienes, materiales y suministros no corresponden a la totalidad de productos que salieron del almacén.

Las delegaciones Gustavo A. Madero e Iztacalco no acreditaron la entrega de los informes a la contraloría interna sobre los montos globales y beneficiarios de las ayudas, apoyos y donativos, así como los reportes trimestrales pormenorizados de la evaluación y ejercicio de los recursos del gasto social.

La ASCM comprobó que en el registro de las solicitudes de acceso para la entrega de tabletas electrónicas del programa para alumnos de primaria, Coyoacán no acreditó que fuera a través de visitas domiciliarias a los planteles educativos por los promotores delegacionales. Para dicha acción se destinaron 6 millones 212 mil pesos.

Tampoco instrumentó un mecanismo para acreditar la efectiva entrega porque ningún formato Vale por una tableta electrónica contó con el nombre y firma del padre o tutor del estudiante.

La Miguel Hidalgo registró un subejercicio de 22 mil 881 pesos y no acreditó la reducción en el presupuesto y tampoco los devolvió a la Secretaria de Finanzas.

También se resalta que publicó con desfase de 256 días hábiles, en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México 2018 el Aviso por el que se dan a conocer los padrones de personas beneficiarias de los programas de desarrollo social de la delegación Miguel Hidalgo, correspondientes al ejercicio 2017, que incluye el de adultos mayores.

Tlalpan, asimismo, presentó un subejercicio de 161 mil 900 pesos sin documentar el gasto y tampoco reportarlo a la Secretaría de Finanzas.

Milpa Alta informó a la Secretaria de Finanzas compromisos de pagos en combustibles; sin embargo, en dichos informes no se localizó lo relativo a la adquisición consolidada de gasolina y diésel.