Próxima cita, el 12 de mayo
Martes 30 de abril de 2019, p. 27
Tijuana, BC. Como la crónica de una muerte anunciada, el guion del primer debate entre aspirantes a la gubernatura de Baja California se cumplió: Jaime Bonilla Valdez no acudió, como lo advirtió, y las críticas se centraron en él. Expresiones como Bonilla no es AMLO
y “Bonillín malandrín” fueron parte del espectáculo que es la política en tiempos de Facebook y Twitter.
El Instituto Estatal Electoral de Baja California (Ieebc) programó tres debates entre candidatos a la gubernatura y el domingo por la noche se realizó el primero en las instalaciones del Colegio de la Frontera Norte. Ahí estuvo la silla vacía de Jaime Bonilla Valdez, colocada en el primer plano de la cámara para dejar claro el desaire.
Jaime Martínez Veloz, abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) y principal crítico de Bonilla, pretendió emular al presidente Andrés Manuel López Obrador y trato de imitar el juego de palabras que el ahora mandatario aplicó al panista Ricardo Anaya en el segundo debate de abanderados a la Presidencia en 2018, cuando lo llamó Ricky Riquín Canallín. Martínez Veloz dijo haber escuchado en un barrio popular “Bonillín Malandrín”.
Antes que plantear cualquier propuesta –incluida la desaparición de la repudiada Policía Estatal Preventiva, que habría resultado atractiva para muchos–, el panista Óscar Vega Marín buscó aclarar que él también está desilusionado
de los gobiernos estatales del blanquiazul y que no es amigo, familiar ni cómplice del actual mandatario, Francisco Vega de Lamadrid, cuya campaña coordinó hace seis años.
Adela Navarro, moderadora de la reunión junto con su colega periodista Fernando del Monte, lamentó la negativa del candidato de la coalición de los partidos Morena, Transformemos, del Trabajo y Verde Ecologista de México para acudir a la cita.
Los periodistas se esforzaron por que los candidatos pasaran de las generalidades a las propuestas concretas. Los temas a tratar eran seguridad, migración, narcotráfico y combate a la violencia.
Como si el público no tuviera capacidad de discernimiento, Vega Marín sacó un cartel para señalar que Jaime Bonilla no es AMLO
. Enrique Acosta, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), colocó uno con la imagen del ausente y sus nuevos y viejos amigos, todos ex priístas, y aseguró que ahora los corruptos
están con Morena, que es el rostro de la corrupción
. No explicó cómo convivió años con esos corruptos
hoy aliados de Bonilla, entre ellos jefes políticos locales de su partido con los que compartió cargos.
Jaime Martínez Veloz aprovechó para promover la candidatura del teniente Julián Leyzaola Pérez (con quien hace mancuerna en el PRD) y recordar el pasado de Jaime Bonilla como funcionario en el distrito de agua de Otay.
Héctor Osuna Jaime, candidato de Movimiento Ciudadano, arremetió en contra de Vega Marín, a quien recordó su relación con Kiko Vega. Aclaró que renunció al Partido Acción Nacional (PAN) por la falta de democracia y el control de la nómina, candidaturas y posiciones por un grupo.
Ignacio Anaya Barriguete, del Partido de Baja California, negó tener compromisos. Dijo ser un ciudadano que no obedece a intreses de partidos nacionales y por eso representa al partido de casa
.
Se fueron como llegaron. Nadie osó declararse ganador del debate, hasta que un reportero lo preguntó y no tuvieron más que ungirse. El 12 de mayo se volverán a encontrar para intentar, esta vez sí, conmover al respetable que irá a las urnas el 2 de junio.