Las instalaciones en las que se desempeñan las futbolistas es otro aspecto que demuestra la desigualdad de condiciones en el balompié mexicano, pues mientras los 18 planteles masculinos disputan sus partidos en estadios, tres equipos de mujeres juegan sus duelos oficiales en canchas alternas: Cruz Azul, Pumas y Atlas.

En el caso del conjunto cementero, éste sí llegó a jugar en el estadio Azul; sin embargo, ambas categorías de la escuadra celeste tuvieron que dejar el inmueble debido a su próxima demolición, pero mientras el plantel varonil se mudó al estadio Azteca, el femenil fue relegado al estadio 10 de Diciembre, en Jasso, Hidalgo.

Otro punto a destacar son los horarios en los que se efectúan los encuentros de la liga femenil, los cuales no favorecen su propia difusión e incluso complican la asistencia de los aficionados a los estadios.

La mayoría de los encuentros se disputan entre semana a mediodía o por la tarde, cuando el grueso de la población aún se encuentra en el trabajo o en la escuela, mientras los pocos duelos programados en horarios nocturnos se llevan a cabo los días lunes, y pueden llegar a competir con el Monday Night de la NFL.

Un tema no menos preocupante son los traslados de las jugadoras, que en ocasiones se han convertido en todo un calvario para ellas, sobre todo cuando tienen que llegar directo a la cancha sin antes haber descansado luego de largos recorridos.

A diferencia de los clubes varoniles que suelen viajar en avión, los equipos femeniles se transportan en camión e incluso llegan a hacer trayectos de 10 horas.

En el grupo uno del certamen femenil, los equipos se concentran en la zona centro del país, con excepción de Tijuana, por lo que los viajes son cortos y pueden realizarse en camión. En el sector dos la situación es diferente, las distancias son más largas y los planteles deben moverse de Guadalajara a Monterrey o de la capital norteña a León.

Temas pendientes…

Uno de los puntos más álgidos en el reglamento del certamen femenil es la inclusión de jugadoras extranjeras y mexicoestadunidenses, pues hasta el momento los clubes no tienen permitido contratar a futbolistas de otros países.

Desde el primer torneo, Apertura 2017, se estableció que el propósito principal de la liga femenil sería alimentar a las selecciones nacionales; es decir, formar y capacitar a jugadoras para que posteriormente pudieran representar al país en justas internacionales, por lo cual se prohibió a los equipos integrar a elementos foráneos.

No obstante, la regla ha sido calificada de injusta por varias jugadoras que nacieron en Estados Unidos, pero que tienen ascendencia mexicana y frecuentemente son convocadas para participar con el cuadro tricolor.

La defensa Christina Murillo, originaria de Ojai, California, y quien ha sido seleccionada del Tri mayor en innumerables ocasiones, lamentó que exista dicha restricción, pues aseguró que le gustaría incursionar en la Liga Mx Femenil porque tiene muy buen nivel y cada vez está creciendo más. Además, las que tenemos doble nacionalidad también somos mexicanas y siempre representamos con mucho orgullo los colores de la bandera de este país.

El límite de edad es otro tema pendiente, pues en la actualidad los equipos tienen permitido integrar a sus plantillas únicamente a cuatro jugadoras mayores de 23 años, de las cuales sólo dos pueden estar simultáneamente en la cancha.

Mónica Ocampo, delantera del Pachuca y una de las futbolistas más experimentadas en el torneo mexicano, deploró la imposición de dicho límite, pues consideró que le resta oportunidades a jugadoras que son muy talentosas y que hasta ahora, con la creación de la liga, tienen la posibilidad de desarrollar sus habilidades en este deporte.

Técnicas

En los banquillos, la presencia de las mujeres ha ido a la baja, lo cual es contrario al interés que ha expresado la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) de aumentar la participación de las estrategas en el balompié. Cuando se creó el torneo había cinco entrenadoras y después llegaron otras dos, pero las directivas han mostrado poca paciencia y ahora sólo quedan tres directoras técnicas en funciones.

Estamos en extinción, dijo Eva Espejo, estratega del Pachuca, con un tono de broma que al mismo tiempo revela la preocupación por una paridad de género al frente de los planteles.

Es complicado mantenerse, siendo un medio masculino es difícil sobrevivir. Hace falta un voto de confianza para las mujeres, cada vez somos menos y casi podría asegurar que si alguna sale será sustituida por un hombre, lamentó.

Espejo es de las pocas entrenadoras que se han mantenido en su puesto desde que comenzó la liga femenil y la que mejores resultados ha entregado, al disputar con Pachuca la final del primer torneo; Ileana Dávila, de Pumas, y Fabiola Vargas, de Necaxa, completan la terna de técnicas vigentes.

También han pasado por los banquillos la ex seleccionada nacional Andrea Rodebaugh (tres temporadas con Tijuana), Verónica Hernández (un torneo con Morelia), Susana Gutiérrez (un certamen con Atlas) y Melissa Núñez, quien sólo dirigió siete partidos al Veracruz en la primera temporada.

Oficina femenil

Una de las necesidades urgentes es establecer un área dentro de la Liga Mx donde se atiendan exclusivamente asuntos concernientes al certamen femenil.

Mientras en países potencia del futbol de mujeres, como Estados Unidos y España, tienen una oficina encargada de dicha categoría, los clubes mexicanos tienen a sus filiales femeniles como parte de las fuerzas básicas.

Eva Espejo señaló que sería conveniente que se creara una dirección que defienda al proyecto femenil y ayude a conseguir patrocinios. No sé si sea muy pronto, pero es necesario tener una dirigencia que represente los intereses de los clubes femeniles, ayudaría a conseguir beneficios financieros como los patrocinios, dijo.

A su vez, Leonardo Cuéllar, técnico del América, no consideró necesario crear una dirección especial para el balompié de mujeres al destacar que los clubes han respaldado el torneo.

Hay una estructura importante en la Liga Mx, en todas las categorías hay apoyo. Los equipos toman responsabilidad de todo, no veo la necesidad de una separación, estamos en un proceso de confirmar un gran proyecto, apuntó.

Si bien el trabajo de la liga femenil se ha visto reflejado sobre todo en selecciones menores, por ejemplo, con el subcampeonato mundial Sub-17, en el representativo mayor no se comparte ese éxito, pues México no participará en el Mundial de Francia 2019, que será trascendental debido a que la FIFA aumentará los beneficios para los participantes.