La Paz. El producto interno bruto (PIB) de Bolivia creció 4.22 por ciento en 2018, más que el año previo pero menor al 4.7 esperado por el gobierno, informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La tasa de crecimiento del PIB en 2018 habría sido mayor si no fuera por la baja demanda externa de gas natural por nuestros principales socios comerciales, dijo Santiago Farjat, director del INE.

La tasa de crecimiento del año pasado, dada a conocer esta semana, quedó por debajo de la previsión oficial –4.7 por ciento– y de las que habían hecho organismos internacionales a finales del año pasado, entonces con revisiones al alza.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial pronosticaban para Bolivia un crecimiento de 4.5 por ciento, mientras la Comisión Económica para América Latina y el Caribe había fijado su previsión en 4.4.

Aun así, Bolivia confirmó su liderazgo en Sudamérica como país con mayor aumento de PIB, por encima de las mayores economías de la zona.

En el caso de Brasil, la economía más grande de América Latina, el FMI prevé un crecimiento de 1.1 por ciento para 2018. Para México, segunda de la región, calcula 2 por ciento, mientras para el conjunto de las naciones de América Latina y el Caribe espera uno por ciento, de acuerdo con su más reciente revisión del Panorama Económico Mundial publicado este mes.

El producto boliviano alcanzó a finales de 2018 un valor de 40 mil 800 millones de dólares, más del doble que hace una década, según cifras reportadas por el INE.

No obstante, el crecimiento de 4.2 por ciento el año pasado es el más bajo desde que Evo Morales llegó a la presidencia, en 2006.

Los datos muestran que la estabilidad y el crecimiento de la economía boliviana se explican principalmente por el dinamismo del mercado interno, explicó Farjat. Señaló que el motor principal del crecimiento económico fue el sector agropecuario, que creció 6.91 por ciento.

Este incremento estuvo impulsado principalmente por el aumento de 22 por ciento de los cultivos de caña de azúcar para atender la naciente demanda de la industria de biocombustibles, añadió.

Servicios administrativos, manufacturas, bancos, comercio, comunicaciones, transporte, electricidad y minería contribuyeron también al crecimiento del PIB, en tanto que la industria de petróleo y gas natural, la principal exportadora, cayó 7.82 por ciento.

Argentina y Brasil, únicos compradores del gas boliviano, redujeron su demanda el año pasado, en varias ocasiones a menos de la mitad de los volúmenes comprometidos en los respectivos contratos, informó la petrolera estatal YPFB.

Para 2019, el gobierno boliviano prevé un crecimiento del PIB de 4.7 por ciento.