Drama social en EU por auge de opiáceos
ausa más muerte que el VIH, las armas de fuego o los accidentes en carretera. Las autoridades de salud de Estados Unidos la califican como la epidemia más destructora del presente siglo. El año pasado mató a más de 75 mil personas.
Murieron por sobredosis de opiáceos (heroína y sus derivados) oxicodona y fentanilo, analgésico creado en laboratorio, más barato y fácil de transportar. Existen más de 2 millones de personas que dependen de ellas. El problema aumenta, especialmente entre las personas con dinero.
Ante el fracaso de la política antidroga de prohibición y criminalización, las autoridades del vecino país trabajan para establecer una nueva que tenga como eje la salud pública, la sicología y los derechos humanos. Pero aun así, se estima que en 2025 morirán más de 80 mil personas por sobredosis de esas sustancias.
Una causa principal de la epidemia es el uso indebido de opiáceos, oxicodona, fentanilo y otros analgésicos vía recetas médicas. Un negocio ilegal en el que participan grandes compañías farmacéuticas que alientan el consumo de estos ‘‘medicamentos’’ e influyen en los médicos.
El problema ocupa mucho más la atención ciudadana al detener las autoridades a 60 personas por haber recetado dichos ‘‘medicamentos’’ muchas veces a cambio de sexo o pago en efectivo. Entre los acusados hay 31 médicos, siete farmacéuticos, ocho enfermeros y siete empleados de hospitales.
Se les acusa de distribuir más de32 millones de píldoras a través de más de 350 mil recetas ilegales en los estados de Virginia Occidental, Alabama, Tennessee, Ohio y Kentucky. Peor es lo que ocurre en los estados de Nueva York, California y Florida.
Al principio las compañías farmacéuticas negaron estar involucradas, pero una de ellas, Rochester, ya aceptó su culpabilidad y dos de sus directivos fueron consignados ante un juez.
No son afroestadunidenses y latinos los actores principales de este drama social. Sobresalen los que votan por Trump.