Viernes 26 de abril de 2019, p. 6
Londres. Rubio, menos alto que sus predecesores y de aspecto más rudo, Daniel Craig parecía en un principio lejos de la imagen del legendario James Bond, pero ahora, que se dispone a protagonizar su quinto y último 007, cuenta con un respeto ganado a pulso.
En esta 25 entrega de la serie, que sigue sin título oficial según anunciaron ayer sus productores en un acto promocional desde Jamaica, Craig estará acompañado por la actriz cubano-española Ana de Armas y se enfrentará a un villano interpretado por el estadunidense Rami Malek.
El actor británico de 51 años dará así vida por última vez al seductor espía tras ganarse un reconocimiento que incluso llevó al veterano Roger Moore, uno de los célebres intérpretes del agente de Su Majestad, a decir que Craig es el mejor
de los 007.
Cuando en 2005 fue elegido para suceder al fino, moreno y ultraelegante Pierce Brosnan como sexta encarnación del personaje creado en los años 1950 por el escritor inglés Ian Fleming, este musculoso rubio de ojos azules y 1.78 m de estatura, entonces poco conocido del gran público, recibió duras críticas.
Pero cuatro películas después –Casino Royale (2006), Quantum of Solace (2008), Skyfall (2012) y Spectre (2015)– la mayoría de fans y críticos parecen coincidir en que enriqueció al personaje, dotándolo de una mezcla de rudeza y vulnerabilidad emocional.
Lo he hecho lo mejor que he podido
, dijo el propio Craig hace algún tiempo a la revista Esquire, antes de anunciar que su próxima película como Bond sería la última. Quiero pasar a otra cosa
, dijo.
Muestra de la importancia que ha tomado, Craig apareció en 2018 junto a los productores de la cinta para anunciar que este 25 James Bond no estaría finalmente dirigido por el veterano cineasta británico Danny Boyle, debido a diferencias artísticas
, sino por el estadunidense Cary Fukunaga.
Un hombre discreto
Craig no se tomó nunca a la ligera este papel, que temía que impactara demasiado en su vida personal. Era consciente de la pérdida de vida privada que iba a implicar, y me he mantenido lo más discreto que he podido
, confesó.
Su vida privada se mantiene relativamente en secreto. La prensa le atribuyó aventuras efímeras con la top model Kate Moss y con la actriz Sienna Miller antes de que se casara en segundas nupcias, en una ceremonia superprivada, con la actriz Rachel Weisz en 2011, con quien tuvo un hijo en 2018.
Yo no soy James Bond
Entre otros papeles ha interpretado al escritor francés Saint-Exupéry en Saint-Ex (1997) y al amante del pintor Francis Bacon en El amor es el demonio (1998). Y actuó con Tom Hanks en Camino a la perdición (2002) de Sam Mendes y Angelina Jolie en Lara Croft Tomb Raider (2001). También dio vida a un traficante de cocaína en Layer Cake, de Matthew Vaughn, en 2005, año en que trabajó asimismo en Munich, de Steven Spielberg.
Más dado a salir en vaqueros y camiseta para beber cervezas que a tomar Martinis vestido de smoking, una vez dijo: “Yo no soy James Bond. No soy especialmente valiente, y no tengo la cabeza particularmente fría.
“El día que pueda entrar en un pub y alguien diga ‘mira, ahí está Daniel Craig’, y luego me deje tranquilo, será genial”, agregó. Pero antes, tendrá aún que ponerse en la piel del famoso espía para esta nueva entrega cuyo estreno está previsto en abril de 2020.