A 36 días de huelga, el comité ejecutivo nacional del Sindicato Independiente de Investigadores del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Siiinifap) informó ayer que pese a lo manifestado por Víctor Villalobos Arámbula, titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), la propuesta de convenio entregada por la representación del instituto desconoce los acuerdos alcanzados en la última reunión, lo cual significa un retroceso en las negociaciones.

En la audiencia de ayer en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA), los integrantes del Siiinifap exigieron a la representación del Inifap respeto a los acuerdos previos, con los que se daría fin a la huelga. El secretario general del gremio, Ramón Garza García, explicó que el retroceso se dio en la disminución de recursos, ya que solicitaron 100 millones de pesos para 302 proyectos de investigación, y en la reunión en la JFCA del 22 de abril la representación del Inifap ofreció 65 millones. Sin embargo, en su nueva propuesta de convenio hace una oferta menor a 45 millones, lamentó.

Esta decisión contraviene el espíritu de conciliación de Villalobos Arámbula, quien luego de reunirse con integrantes del Siiinifap expresó en su cuenta de Twitter: En un diálogo respetuoso con representantes del Siiinifap planteamos la importancia de acercar posiciones y resolver el conflicto, confiados en avanzar en el fortalecimiento del instituto para su contribución a la transformación del campo.

En ese encuentro, el funcionario exhortó a los investigadores del Inifap a replantear lo que debe ser el organismo para convertirse en un aliado y acompañar las políticas de la Cuarta Transformación. Reconoció que sinceramente no nos está apoyando, porque en su estado actual el Inifap dejó de ser el brazo técnico de la Sader, y confió en que lo vuelva a ser, porque lo necesita.

Los investigadores han señalado que los gobiernos anteriores iniciaron un desmantelamiento del Inifap, redujeron presupuestos y apoyos y privilegiaron el financiamiento a entes internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo o el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura.