Desde Armando Fernández, considerado el Pelé del agua por su desempeño en la liga europea de waterpolo y la medalla olímpica que ganó con el equipo de Alemania en Los Ángeles 84, todas las generaciones de polo acuático se han perdido por falta de seguimiento a las selecciones y apoyo a los jugadores, que se retiran o migran a ligas profesionales en otros países.

Por conformista que parezca, para el equipo tricolor sería un logro llegar a semifinales en los Juegos Panamericanos de Lima 2019, pues históricamente México ha ocupado el quinto puesto en la justa continental. Además, los cuatro primeros califican al torneo Preolímpico, al que no se llega desde 2007.

Omar Montiel, el ex jugador que tomó las riendas del equipo después de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, donde por primera vez México no subió al podio, señaló que con los Panamericanos “prácticamente se cierra la temporada; después viene el año olímpico, y aunque hay torneos, la verdad es que el waterpolo queda relegado; no se asiste a estas justas ni actos que sigue habiendo.

Es triste, porque cada que acaban los Panamericanos se pierden dos años de trabajo de la gente del waterpolo; está parado hasta que empiece el nuevo ciclo (olímpico), y ahí es donde pierdes generaciones de waterpolistas, lamentó Montiel, uno de los decenas de jugadores que han migrado a Europa, donde militó en 13 equipos, y como muchos, durante su carrera de más de 20 años, siempre acudió con sus recursos propios a los llamados de la selección.

Cada dos años tienes que empezar con gente nueva porque los otros ya se retiraron, ya se fueron, ya están trabajando. Siempre hay que empezar de cero, anotó el ex jugador que representó al país en cuatro Panamericanos.

Para Lima, el panorama no es diferente. El plan que presentamos a la Conade era uno, y luego realmente el que se lleva a cabo es otro. Por presupuesto, por política; los metodólogos piensan a veces que no hace falta juegos, pero para nosotros van a ser nuestros primeros duelos de preparación, señaló Montiel respecto al triangular que de este jueves y hasta el domingo jugará la preselección de dos equipos con Canadá y Puerto Rico, en la Alberca Olímpica Francisco Márquez.

En teoría, en mayo jugarían la Fisher Cup, en California, frente a otros posibles rivales que encontrarán en Panamericanos.

A diferencia de otros años, se había hecho un viaje a Europa, se había ido más veces a California, además de torneos en México. Pero bueno, este año va así, dijo resignado, aunque firme en que la falta de fogueo podrá compensarse con una preparación intensa para hacer unos buenos Panamericanos, no obstante que ha llegado a corregir carencias de formación de los jugadores.