Miércoles 24 de abril de 2019, p. 31
La crisis financiera del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) amenaza su viabilidad a pesar de que existe una reserva financiera de 90 mil millones de pesos. El problema es que ese dinero se podría utilizar sólo si se reforma la ley del organismo, como lo propone la iniciativa que se encuentra en la Cámara de Diputados.
Con parte de esos recursos la entidad podría hacer frente al rezago que enfrenta en infraestructura, como es el caso de cinco hospitales cuya vida útil (50 años) se ha agotado.
En un análisis, el director del Issste, Luis Antonio Ramírez Pineda, reconoce que la deuda es sorprendente y se originó por falta de planeación en las diferentes áreas. Advirtió que durante años imperó la anarquía, la cual se expresó de diferentes maneras, como la invención de funciones que no se requerían, pero implicaron mayor erogación de recursos para el pago de la nómina en áreas como Turissste, donde no se generan ingresos y se convirtió en una agencia para otras dependencias.
El plan de la actual administración es retomar su misión de ofertar paquetes de turismo social para los derechohabientes, incluidos jubilados y pensionados.
También se tomaron decisiones como privilegiar la subrogación de servicios que se requieren, pero hubo abusos
. En cambio, no se invertía en obras de mantenimiento y remodelación de clínicas y hospitales. De ahí el deterioro evidente en los inmuebles. Otro factor que ha contribuido en la crítica situación del Issste, es la deuda que tienen las entidades y dependencias de gobierno por incumplimiento en el pago de sus aportaciones, la cual asciende a más de 30 mil millones.
De este monto, 4 mil millones corresponden a las cuotas del Issste asegurador, mientras 27 mil millones de pesos es dinero que no se ha depositado en las cuentas individuales para el retiro de los trabajadores.
El proyecto para modificar la Ley del Issste, propuesto por Morena, plantea darle facultades de fiscalización al organismo y abre la posibilidad para que más de 13 mil millones de pesos de la reserva de operación para contingencias y financiamiento se destinen a la construcción de unidades médicas, mientras los recursos de la reserva financiera y actuarial se emplearían en mejorar la calidad y cobertura de los servicios. Por la carencia de recursos el instituto no ha podido invertir en la renovación de los hospitales, entre ellos los de Acapulco, Guerrero, y Tampico, Tamaulipas, que están sobresaturados, los pacientes hacinados y ya no es posible aumentar ninguna especialidad, ni atender a nadie más.
También existe el problema de las obras inconclusas. Son 33 clínicas que cuando se abran requerirán de 2 mil trabajadores para las áreas médicas, lo cual es otro de los retos a resolver en el actual contexto de austeridad presupuestal.
No obstante, señaló Ramírez Pineda, lo primero es poner freno a todos los espacios de corrupción que se fueron dando con la anarquía que imperó durante años
. Por lo pronto, en este año la Auditoría Superior de la Federación realizará 19 inspecciones en el organismo.