Conocido por su variedad en la producción de mole, el pueblo de San Pedro Atocpan, en la alcaldía Milpa Alta, sufrió un descalabro turístico que ocasionó que de los 40 restaurantes tradicionales que había en la década de los 90, en el siglo pasado, en la actualidad sólo 10 se mantengan.

Luis Alvarado, uno de los fundadores de la Feria del Mole y del Tianguis Turístico de esa demarcación, al ser entrevistado detalló que en sus mejores tiempos este poblado recibía de 12 mil a 15 mil turistas los fines de semana, los cuales se alejaron por las difíciles condiciones para llegar, lo que hacía más largo el trayecto.

El cierre de la carretera Xochimilco-Tulyehualco, que resultó afectada por el sismo del 19 de septiembre de 2017 y se mantuvo así año y medio, ocasionó incluso que los comerciantes de la Feria del Mole no tuvieran ventas el año pasado, por lo que ahora que la vialidad fue reabierta se espera que comiencen a regresar los visitantes.

Alvarado aseguró que la producción de mole –estimada en 25 mil toneladas al año– se ha mantenido, pero los comerciantes se han visto obligados a salir del poblado y buscar otros mercados para que prevalezca esta actividad, que se ubica como la principal derrama económica de San Pedro Atocpan y de Milpa Alta.

El precio del kilogramo de mole varía según la variedad del producto y puede ir desde los 60 pesos el básico hasta 150 por el gourmet. El proceso es el mismo, pero la diferencia son los insumos: en el caso de los chiles puedes encontrar desde 35 a 120 pesos el kilo, y si incluyes de los más caros y haces lo mismo con las almendras y el resto de los insumos el producto es mucho mejor.

Agregó que la producción de mole genera de 10 mil a 12 mil empleos, más los temporales, uno de ellos es la limpieza de chiles, labor que se realiza en cuatro o cinco meses para preparar los insumos que cubran todo el año.

Por eso, Alvarado indicó que ahora se busca atraer de nueva cuenta a los turistas con actividades en San Pedro Atocpan y en los diferentes pueblos de Milpa Alta.