Las nuevas presiones que ha emprendido Estados Unidos contra Cuba, que incluyen medidas extraterritoriales para frenar la inversión internacional en ese país, así como limitar tanto el turismo como las remesas hacia la isla, no logrará romper las relaciones entre la mayor de las Antillas y México, prevé Leduan Ramírez, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

La víspera, el gobierno de México, por conducto de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), criticó la decisión de Estados Unidos de aplicar por primera vez en la historia el título tercero de la Ley Helms-Burton, que permitirá a ciudadanos estadunidenses interponer demandas, a partir del 2 de mayo, contra empresas que hagan uso de propiedades confiscadas después de la revolución cubana en 1959.

Asimismo, indicó que ante posibles afectaciones a empresas extranjeras que hacen negocios en y con Cuba, el gobierno nacional protegerá a los industriales mexicanas que hacen o tienen interés en hacer negocios con Cuba y que pudieran ser perjudicadas.

Según el doctorante de la Flacso esta posición es una muestra del respeto bilateral. Explicó que aún habría que esperar a ver cuáles son las empresas nacionales que estarían involucradas, más tomando en cuenta que éstas son de reciente creación, es decir, no hay una inversión directa sobre propiedades nacionalizadas en la década de 1960.

Ahora, añadió, el principal reto para la industria nacional que desea invertir en la isla es la capitalización, ya que gran parte de la banca mexicana tiene relaciones directas y sede en Estados Unidos, por tanto, pudieran verse afectadas por otras cuestiones de la Ley Helms-Burton que no son el título tercero, como la existencia de fondos cubanos en empresas que tengan sedes o filiales en Estados Unidos.

El resurgimiento de la Doctrina Monroe (América para los americanos) ha puesto como blanco a los gobiernos latinoamericanos, en particular aquellos de izquierda. Ante una serie de políticas neoliberales, los países se están alineando con Estados Unidos: tal es el caso de Brasil o Ecuador, opinó Leduan Ramírez.

En este contexto, es muy probable que Cuba se haga cada vez más difícil. “Estamos viendo cómo esas políticas están poniendo en jaque los principios de autodeterminación y soberanía nacional… Debemos entender que Estados Unidos no es el amo del mundo, no puede dictar y ordenar a sus anchas”, ­expresó.

Por separado, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba confía en que los intentos estadunidenses por revivir la Doctrina Monroe no llegarán a buen puerto.

Jesús Escamilla, integrante de este movimiento, expresó que al ser una ley extraterritorial, la medida anunciada es una agresión no sólo contra Cuba, sino contra todo el mundo.