Viernes 19 de abril de 2019, p. 6
Guernsey. Erigida en lo alto de Saint Peter Port, Hauteville House fue la residencia del literato francés Victor Hugo durante sus 15 años de exilio en Guernsey, isla británica en el canal de la Mancha frente a la costa de Normandía.
La casa museo, que acaba de ser reinaugurada luego de amplios trabajos de restauración, consta de cinco plantas coronadas por un mirador acristalado desde el cual, con tiempo despejado, se alcanza a ver la costa francesa.
En este estudio con vistas a la bahía, el gran escritor, poeta, dibujante y publicista francés (1802-1885) encontró la inspiración para crear muchas de sus obras maestras.
Victor Hugo adquirió Houteville House en 1856 con las ganancias obtenidas de la venta de las dos primeras ediciones de su recopilación de poemas Las contemplaciones.
La magnífica residencia es una obra de arte en sí misma, tanto por su diseño exterior como por su decoración, y es una acabada muestra del talento creativo del dramaturgo.
Ejemplos de ello son los dibujos de los frisos de madera y los motivos tallados de los muebles, en los que se pueden descubrir las siluetas de los legendarios personajes Quasimodo y Esmeralda de su emblemática novela Nuestra Señora de París.
También son producto de su imaginación el jardín de invierno y la ‘‘Galería de roble’’, que consta de dormitorio y despacho con imponente juego de mesa y sillas.
Esta sala de estudio recuerda a la gran sala del Palacio de Justicia de París, escenario de las celebraciones populares con motivo de la epifanía con las cuales se comienza la trama de su novela en torno a la bailarina Esmeralda y el jorobado Quasimodo.
El renacimiento y barroco salpicados de motivos orientales son los estilos dominantes y ninguna habitación es igual a la otra.
Un poema de varias habitaciones
Victor Hugo diseñó su casa en un estilo teatral a veces sombrío y opresivo, otras más ligero y luminoso cuanto más se acerca el visitante al espectacular mirador en el que acabó su obra Los miserables.
Muchos objetos y rincones reflejan el estado de ánimo del escritor en el exilio: ‘‘Yo soy, pero no soy’’ y ‘’Estoy erguido, pero llorando’’ son inscripciones grabadas en latín a la derecha y a la izquierda de la chimenea en la ‘‘Galería de la chimenea’’.
Para este exponente del romanticismo francés, la arquitectura era ‘‘un pensamiento escrito en piedra’’. Su hijo Charles describió la casa de más de mil 100 metros cuadrados con su enorme jardín como un ‘‘poema de varias habitaciones’’.
Los trabajos de restauración, en los que se invirtieron más de 4 millones de euros (aproximadamente 4.5 millones de dólares), fueron financiados por el coleccionista de arte y mecenas francés François Pinault y el municipio de París.
Tras el golpe de Estado de 1851 con el que Luis Napoleón Bonaparte allanaría el camino para la restauración de la monarquía, Victor Hugo, republicano convencido, se exilió voluntariamente en Bruselas y luego en la isla de Jersey.
Expulsado de Jersey en 1855, se instaló en Guernsey, a unos 50 kilómetros de la costa de Normandía, donde viviría los siguientes 15 años hasta su regreso a Francia en 1870.