Jueves 18 de abril de 2019, p. 3
París. Las campanas de todas las catedrales de Francia repicaron ayer al unísono para rendir tributo a Notre Dame, 48 horas después del incendio que la arrasó en parte, mientras el gobierno anunció medidas para lograr su reconstrucción en cinco años.
Se lanzó un concurso internacional para determinar si hay que reconstruir, y cómo, la aguja de Notre Dame, destruida por las llamas, como parte de un ambicioso proyecto para renovar ese emblemático recinto de París.
El presidente francés, Emmanuel Macron, designó a Jean-Louis Georgelin encargado de los esfuerzos de reconstrucción, que estarán apoyados por todos los ministerios movilizados en los trabajos, especialmente el de Cultura.
Asimismo, ordenó al gobierno ‘‘adoptar todas las disposiciones útiles para llevar a cabo sin demora’’ las labores de reconstrucción.
Las campanas del centenar de catedrales francesas comenzaron a repicar a las 18:50, la hora exacta en la que el pasado lunes se declaró el terrible incendio, presuntamente accidental, que devoró el techo y derribó la aguja que coronaba el famoso monumento.
Medios ingleses reportaron que la primera ministra británica, Theresa May, dijo que las campanas de la Abadía de Westminster y otras catedrales e iglesias de ese país repicaron el martes en solidaridad con el pueblo francés. Además, la cadena CNN difundió que ese día se unieron otros recintos religiosos en Canadá, Estados Unidos, Italia y Bosnia-Herzegovina en una ofrenda similar.
Decidido a reconstruir rápidamente este templo, símbolo de la historia de Francia, el primer ministro, Edouard Philippe, anunció ayer una serie de medidas para cumplir con el plazo de cinco años impuesto la víspera por el presidente, Emmanuel Macron, para su reconstrucción. ‘‘Es un desafío inmenso, una responsabilidad histórica, la obra de nuestra generación y para las generaciones futuras”, declaró Philippe tras una reunión de gabinete dedicada exclusivamente a la reconstrucción del que hasta el lunes era el monumento más visitado de Europa, con 12 millones de turistas al año.
Entre las medidas acordadas, Philippe anunció que invitará a arquitectos de todo el mundo a participar en un concurso para determinar si hay que reconstruir, y cómo, la aguja de la catedral, erigida entre 1859 y 1860 por el arquitecto francés Eugène Viollet-le-Duc.
El presidente estadunidense, Donald Trump, ofreció también la ayuda de los ‘‘grandes expertos” de su país para la reconstrucción de la catedral parisina, que desde 1991 forma parte del patrimonio mundial de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).