Martes 16 de abril de 2019, p. 26
Roma. Una guerra en Libia podría precipitar a 800 mil migrantes hacia las costas europeas, advirtió este lunes Fayez al Sarraj, jefe del Gobierno de Unidad Nacional libio (GNA, por sus siglas en inglés), en declaraciones a diarios italianos.
No sólo habría 800 mil migrantes potencialmente dispuestos a partir, habría libios huyendo de la guerra, mientras en el sur de Libia los terroristas del Estado Islámico (EI) retomaron sus acciones
, declaró al diario La Republicca.
Estamos frente a un guerra de agresiones que podría dispersar su cáncer por todo el Mediterráneo. Italia y Europa tienen que estar unidas y mantenerse firmes para bloquear la guerra de Jalifa Haftar, un hombre que traicionó a Libia y a la comunidad internacional
, añadió, al hacer hincapié en que las destrucciones también afectarían a los países vecinos.
En otra entrevista que dio al periódico Corriere della Sera, Sarraj afirmó que Libia tiene una población pacífica. Nuestras fuerzas armadas están defendiéndose. Nuestros combatientes están desplegados en el terreno para luchar por nuestras ciudades. El general Haftar dice que ataca a los terroristas, pero aquí sólo hay civiles.
Sarraj hizo un llamado de ayuda a la comunidad internacional. Están atacando estructuras civiles, carreteras, escuelas, casas, la infraestructura hospitalaria y el aeropuerto
.
En tanto, el ultraderechista Matteo Salvini, ministro del Interior de Italia, no deja de recordar estos días que los puertos italianos permanecerán cerrados. Y el viceprimer ministro Luigi Di Maio, del antisistema M5E (Movimiento cinco Estrellas), reaccionó de inmediato a las declaraciones de Sarraj: Nunca permitiremos que 800 mil migrantes lleguen a Italia
.
En otro orden, la OMS hizo un balance de la crisis en Libia y detalló que los combates han dejado 147 muertos y 614 heridos. El organismo informó en un tuit que desplegó equipos de cirujanos para apoyar en los hospitales de Trípoli.
Libia está sumida en una crisis desde que su líder histórico, Muammar Kadafi, fue derrocado en 2011, lo cual derivó en la proliferación de facciones yihadistas y mafias que trafican con indocumentados de África.