Jueves 11 de abril de 2019, p. 33
Los consumidores carecen de información clara y entendible sobre el funcionamiento y rendimiento de los autos nuevos, por lo que es necesario realizar un etiquetado preciso a fin de impulsar la cultura de eficiencia energética y de menor generación de contaminantes y de gases de efecto invernadero, señaló El Poder del Consumidor. Agregó que la industria automotriz mexicana ha avanzado de forma lenta en los estándares de eficiencia y control de emisiones de los vehículos a combustión interna.
Si esta etiqueta se volviera obligatoria, se abriría una gama de políticas públicas complementarias que podrían ayudar a desalentar el uso de automóviles poco eficientes, como fijar pagos diferenciados de tenencia, verificación y parquímetros de acuerdo con el rendimiento del vehículo, por sólo mencionar algunos.
Ejemplificó que utilizando el sistema de ecovehículos (con el que se mide el rendimiento energétio de los automóviles), si se compara el auto más eficiente de este sector con el compacto menos rendidor, un consumidor pagaría al año 17 mil pesos de gasolina Premium en el primer caso, mientras con el otro serían 35 mil 672, lo cual implicaría un ahorro de alrededor de 50 por ciento.
La organización recordó que desde 2013 la norma oficial mexicana NOM-163-Semarnat fija los parámetros de emisiones de bióxido de carbono y su equivalencia en términos de rendimiento de combustible en vehículos ligeros, pero se omite la emisión de calcomanías o etiquetados para el consumidor en los vehículos nuevos.
Planteó que la etiqueta deberá tomar en cuenta, entre otros, del rendimiento en ciudad, carretera, combinado y ajustado; comparativo de gasto-ahorro en cinco años respecto del promedio del segmento; proyección de gasto anual y rangos de emisiones de contaminación del aire y de rendimiento.