En una sesión trompicada, ante la falta de experiencia de los legisladores, la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados aprobó anoche el dictamen de reforma a la Ley Federal del Trabajo, que traslada a un centro federal la facultad de conciliación, define la elección de líderes mediante el voto personal, libre y secreto, y obliga a la revisión, en cuatro años, de todos los contratos colectivos.

Los panistas abandonaron la reunión y también lo hizo el ex dirigente del Sindicato Nacional Minero Metalúrgico, Carlos Pavón (PRI), luego de que la mayoría rechazó un conjunto de reservas del líder de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), Isaías González, para tratar de diluir las nuevas obligaciones a los sindicatos.

El desconocimiento del trámite parlamentario derivó en la aprobación en dos ocasiones del dictamen, debido a que el presidente de la comisión, Manuel Baldenebro (PES), dio por buena una primera votación a mano alzada, cuando el reglamento obliga al voto nominal.

El debate se retrasó luego de que los diputados del Partido Acción Nacional (PAN) cuestionaron el procedimiento y Baldenebro inició la discusión del proyecto en lo particular, sin que este se votara primero en lo general.

Al enredo contribuyó la secretaria de la comisión, Anita Sánchez Castro (Morena), quien incluso en un momento declaró retirada del orden del día precisamente la discusión del proyecto de reforma laboral. ¡Ay, ya me equivoqué!, exclamó ante su gazapo.

Como parte de la maraña, la comisión presentó dos órdenes del día, que se votaron en favor en distintos momentos. Cuando Sánchez Castro volvió a preguntar si se aprobaba el orden del día, el panista Martín López punzó: ¿Cuál de las dos?

Mientras los asesores y el propio Baldenebro trataban de orientarla, Anita Sánchez exigió: ¡No me hablen todos!

Y aunque el petista José Luis Montalvo le planteó al presidente de la comisión que primero debía someterlo a aprobación en lo general, el legislador del PES optó por la discusión, una por una, de las reservas de cada partido.

Los panistas abogados aprovecharon la rendija y comenzaron a presentar una a una sus propuestas, hasta que Miguel Ángel Chico Pardo (Morena) hizo ver que ese mecanismo los llevaría hasta la madrugada.

El PAN se retiró y anunció que sus reservas las presentará en el pleno. El líder croquista anunció un bloque de reservas, que presentó como nada de fondo, pero en realidad pretendían dar la vuelta a las nuevas obligaciones a los sindicatos.

Planteó eliminar la obligación de que –además de libre y secreto– el voto para elegir a los dirigentes sea directo. Sostuvo que hay organizaciones nacionales que no pueden realizar una elección en una misma fecha. Pavón secundó que no puede incluirse una cláusula para cumplir con el tratado comercial, si Estados Unidos y Canadá no la prevén en su propia legislación.

También planteó que no se obligar, a los sindicatos a presentar por escrito el informe sobre el uso de los recursos que se manejen. Hay 20 millones de registrados en el Seguro Social. Sería entregar un mundo de papel, expresó. La mayoría en la comisión rechazó sus propuestas.

Al dictamen se agregó la obligación de la cámara para que, en el periodo de sesiones de septiembre-diciembre se abran audiencias para analizar la subcontratación.