l gobierno de la Cuarta Transformación ha planteado como una de sus prioridades garantizar el acceso universal a los servicios de salud a todos los mexicanos. Propone dar primacía a la población sin seguridad social laboral, dado que los derechohabientes, en principio, sí gozan de acceso a los servicios que requieren. La herramienta específica para lograr este objetivo es el programa de atención a la salud y medicamentos gratuitos. Se inscribe en una nueva política, cuyo modelo de atención es la Atención Primaria de Salud Integral e Integrada, con un primer nivel de atención fortalecida y redes integradas.
El reto más grande no es formular esta nueva política, sino instrumentarla en el sistema público para la población sin seguridad social o abierta, o sea, en los servicios prestados directamente por la Secretaría de Salud federal (Ssa), en los servicios estatales de salud (SES) y en el IMSS-Prospera. El primer requisito para emprender exitosamente su transformación es conocer a fondo estos servicios, particularmente los SES. Hay mucha información de diversa índole sobre muy variados aspectos de los servicios, pero se carece de información precisa que permita planear los procesos de mejoramiento y reorganización. Para resolver este problema la Subsecretaría de Integración y Desarrollo del Sistema de Salud decidió construir una metodología específica que proporciona un conocimiento puntual de la realidad de cada unidad de salud y la dinámica en la cual están inscritas.
Esta metodología consiste en un censo estratégico
sobre las condiciones detalladas de cada una de los centros o clínicas y hospitales y se combina con un rastreo en campo de los servicios en rutas que parten de las jurisdicciones sanitaria. Cuando se trata de hospitales con más de 30 camas, se añade una auditoría médica
de más profundidad que requiere de un entrenamiento especializado. El primer componente es cuantitativo y el segundo cualitativo y se realizan secuencialmente. En ambas etapas la participación de los prestadores de servicios y directivos es esencial, dada su experiencia cotidiana sobre los microprocesos en las unidades de salud y en secciones del sistema más complejos, las jurisdicciones, con sus carencias, dificultades y aciertos son claves.
El censo contiene 850 variables para los centros de salud o clínicas y mil 300 para los hospitales. Los datos registrados se refieren a las condiciones en los rubros de infraestructura, mobiliario, instrumental, equipo, medicamentos y plantillas de personal por tipo y turno. A partir de estos datos es posible conocer las necesidades de cada unidad, planear cómo resolverlas y en qué plazos. Es de enfatizar que permiten desencadenar acciones masivas de mantenimiento y licitaciones para comprar lo necesario para darles lo necesario a las unidades que puedan funcionar con eficiencia y en condiciones dignas. Asimismo, a partir de la información sobre plantillas se pueden conocer las necesidades de personal que se requieren en cada una de las unidades de salud.
Este tipo de diagnósticos puede parece superfluo, dado que se trata de información elemental para hacer una planeación básica y programar las intervenciones rutinarias con el fin de garantizar una prestación razonable de servicios. Los resultados obtenidos al aplicar esta metodología en ocho estados del sureste mexicano demuestran terminantemente que no se puede suponer que dichos procesos básicos se dan habitualmente en todos los SES. La enorme distancia entre la realidad de los servicios de salud y los programas y políticas vigentes se perfila como una enorme simulación. La reconstrucción del dañado tejido sanitario empieza por conocerla y compartir las experiencias con directivos locales, trabajadores y ciudadanos/usuarios para de allí tomar medidas concretas para sanarla.
El conocimiento de la realidad y el repensarla desde la nueva política y el modelo de atención es un proceso dialéctico y complejo pero es la única manera de transformar el sistema de salud la a fondo. Plantea la posibilidad de sacar al sector salud de su actual dinámica donde sirve a muchos intereses menos a los que están involucrados en su tarea sustantiva: mejorar la salud de la población y disminuir las inequidades.