La Ciudad de México tiene una deuda histórica con sus pueblos originarios, afirmó la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, al señalar que es el sector con más rezagos, y ejemplo de ello es que Milpa Alta, la demarcación territorial más rural, tiene los niveles más altos de rezago, mientras en Tlalpan se ubica la localidad más pobre de la capital del país.

En constaste, subrayó que gran parte de los recursos naturales que se conservan en la ciudad son gracias a estas comunidades y a los núcleos agrarios, pues si hay bosques, tierras agrícolas y producción de maíz criollo en la capital es por la propiedad social.

Por ello, dijo, no sólo es el reconocimiento constitucional de los derechos de los pueblos originarios o de sus usos y costumbres, sino el compromiso de saldar al menos una parte de esta deuda histórica de centenas de años en la Ciudad de México y garantizar el acceso a la educación, salud, vivienda y una vida digna.

Con dicho propósito, Sheinbaum Pardo encabezó en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento la instalación de una comisión interinstitucional para atender las necesidades de esa población, en un acto en el que participó el titular de Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Adelfo Regino, quien se manifestó por concretar a la brevedad un convenio de colaboración entre los gobiernos federal y local para establecer acciones específicas y dar una atención especial y prioritaria a los pueblos originarios de la ciudad.

Firma Sheinbaum acuerdo

Antes, también como parte de la conmemoración del centenario luctuoso del general Emiliano Zapata, la mandataria capitalina acudió a la firma de un acuerdo entre el gobierno de la ciudad y los núcleos agrarios de la ciudad para resolver por la vía del dialogo alrededor de 35 conflictos que se mantienen por los límites entre las comunidades.

En la ceremonia realizada en el Museo de la Ciudad de México, apuntó que no hay mejor forma de conmemorar al general Zapata que apoyando al campo de la ciudad. Nunca se había visto este acuerdo con los núcleos agrarios, que se sienten y que digan que es momento de resolver las disputas, los conflictos, los problemas; va a costar trabajo, sí, pero de lograrse será histórico no sólo para la ciudad, sino también para el país.

En el acto, representantes de los distintos núcleos agrarios expusieron la problemática que enfrentan, como la invasión de sus tierras con asentamientos irregulares.