Hay cierta impaciencia en la revancha que ofrecerá el campeón Emanuel Vaquero Navarrete ante el destronado Isaac Dogboe. Era una cláusula del contrato, pero por fin fue confirmada, el 11 de mayo en Tucson, Arizona, y termina la incertidumbre para el mexicano, monarca supergallo de la Organización Mundial de Boxeo.

Navarrete quiere consolidar su título con una segunda victoria ante el ghanés, sobre todo porque aquel primer triunfo en diciembre fue calificado de sorpresivo. Desea refrendar que trabajó para vencer.

Dogboe dijo que no había llegado bien preparado, dice con suspicacia Navarrete; “no es que fuera fácil aquella victoria, pero todo salió como había planeado en las horas del gimnasio, algo que pocas veces sucede, que todo sea tal como uno entrenó.

Hubo muchas dudas de lo que pasó en diciembre, dice sin preocupación; así que la revancha le agrega emoción, porque es un segundo capítulo que quiero para catapultar mi carrera y dejar claro que soy un campeón legítimo, no de sorpresa.

Dogboe, por su parte, ha advertido que llegará en la mejor forma para recuperar el título, lo cual emociona a Vaquero, pues considera que el escenario estará en condiciones para dar una pelea memorable.